En el marco del debate parlamentario por una nueva ley, Casem presentó una propuesta que considera superadora.
La actual ley de semillas data de 1973, cuando la producción agrícola en el país era diferente. El desarrollo de la agricultura intensiva, de la mano de la biotecnología y la irrupción de los transgénicos, modificó tanto el esquema productivo como las relaciones al interior de la cadena y generó una tensión entre los actores del sector semillero que aún no pudo ser saldada, pero que encuentra una nueva oportunidad a partir de la discusión de una nueva iniciativa que fue presentada en el Congreso de la Nación.