En un año de buena campaña de soja, Argentina tendría pérdidas de aproximadamente US$ 400 millones por la baja en la proteína de soja.
La calidad industrial del poroto de soja viene reduciéndose año a año, en el último informe de la CAC se verificó un nivel promedio del 36,1%.
Este problema deviene en crecientes esfuerzos operativos (que implican mayores costos) de las plantas de crushing nacional para lograr una harina de soja que cumpla con los estándares internacionales, situados entre un 47 y 49 % de tenor proteico, para evitar el incumplimiento de las condiciones y posibles penalizaciones.
A partir de esta situación desde la Bolsa de Comercio de Rosario estimaron cuales son las pérdidas sufridas por el complejo oleaginoso nacional y toda su cadena de valor a causa del bajo contenido proteico en la soja argentina.
«Nuestras estimaciones muestran la existencia de un costo extra de alrededor de US$ 400 millones para el complejo oleaginoso nacional, debido a la consecuente y persistente caída en la calidad proteica de la harina de soja, principal producto de exportación de la República Argentina», destacaron desde la BCR.
Esta cifra surge de considerar los siguientes conceptos
- Mayores costos energéticos por elevar el nivel de proteína de la harina de soja mediante un proceso adicional de secado;
- Menores ingresos por la pérdida de volumen de harina de soja al disminuir la humedad y realizar el secado;
- Reducción de ingresos por descuentos comerciales aplicados en la venta al exterior de harina argentina con menor calidad que la exigida según estándares internacionales y que la ofrecida por otros competidores (Brasil, Paraguay y USA).
El último informe de la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario de fecha 24 de Julio de 2018, sobre 570 muestras llegadas al laboratorio por un total de 17.000 toneladas de poroto de soja de la campaña 2017/2018, verificó un nivel promedio del 36,1% de proteína (SSS) con mínimos de 32,9% y máximos de 41,6%.
Conclusiones de la BCR
Estos mayores costos por la baja de proteína terminan siendo afrontados por todos los integrantes de la cadena:
- Fábricas aceiteras
- Productores agropecuarios
- Corredores
- Acopiadores
- Otros agentes de la comercialización local
«Son menores ingresos para toda la cadena de valor oleaginosa y verdaderos costos adicionales para toda la economía argentina», destacaron desde la BCR.
«Es necesario destacar que no hemos considerado en esta estimación la mercadería que podría haber llegado de Paraguay (poroto de soja) para mezclar con la argentina en el complejo Gran Rosario y la que proviene del norte argentino con mayor contenido de proteína«, explicaron desde la BCR. En estos casos, la mezcla de soja con la proveniente de la zona núcleo de producción permite elevar el contenido proteico de la harina de soja resultante: «Advertimos que puede estar sobrevaluada la estimación».
También hay casos donde ciertas industrias operan realizando un menor secado y obteniendo una harina de menor calidad con descuentos comerciales en su venta al exterior. De todos modos, la estimación realizada en la presente nota sirve para evaluar el estado de situación de una problemática que sufre Argentina año tras año y que le ocasiona mayores costos que a sus competidores.