Las empresas buscan incrementar sus capacidades para aprovechar las bondades de una plaza que promete comprar todo lo que se oferte.
El sector cárnico es en la actualidad una verdadera isla frente al negro panorama que atraviesa la industria a nivel general. Son varios los factores que explican el fenómeno, pero principalmente lo son aquellos relacionados al comercio exterior: liberación de exportaciones, impacto positivo de la devaluación y apertura hacia nuevos mercados, fundamentalmente el chino. Esta situación se ve reflejada en varias empresas santafesinas, que decidieron motorizar inversiones para no quedarse afuera del boom.
El crecimiento en materia de negocios internacionales ya se había dado en 2017 (cuando se alcanzaron los mejores números de la última década, con operaciones por 378 millones de dólares y 63.431 toneladas), pero sin dudas recibió un fuerte espaldarazo con la firma -en mayo pasado- del acuerdo firmado con la República Popular China para comercializar nuevos cortes (carne enfriada con y sin hueso y congelada con hueso) hacia un mercado que promete comprar todo lo que se oferte.
«En el primer semestre de 2018 las exportaciones han aumentado un 119% en comparación a igual período del año pasado. Argentina ya ocupa el 20% de las importaciones chinas de carne vacuna y China compra a su vez el 55% de las exportaciones de cortes nacionales», afirmó el embajador argentino en China Diego Guelar.
Nadie quiere quedar fuera del tren
Observando este potencial, algunas de las plantas santafesinas vienen concretando inversiones con el objetivo de mejorar sus estructuras y aumentar las capacidades productivas. Al menos 3 de los 6 frigoríficos habilitados para exportar carne a China ya anunciaron importantes desembolsos:Rafaela Alimentos SA (Casilda), Black Bamboo Enterprises (Hughes) e Industrias Frigoríficas Recreo. Los restantes (Friar en Reconquista, Swift en Villa Gobernador Gálvez y Quickfood en San Jorge) por ahora no se pronunciaron públicamente al respecto.
La empresa que había picado en punta fue la rafaelina, que a fines de 2017 había comunicado su decisión de volcar 3 millones de dólares para optimizar el faenamiento de ganado vacuno con destino de exportación. El plan permitió multiplicar un 33% la capacidad de despostada, de 1.200 a 1.600 cuartos por día. «El objetivo es pasar de la manufacturación de cortes congelados y sin hueso para entrar en el negocio de los cortes enfriados y con huesos para la exportación», mencionó Carlos Lagrutta, responsable de la compañía con sede en la Perla del Oeste. Hasta el año pasado, la SA colocaba solo un 20% en el exterior (China, Rusia, Brasil y Hong Kong, entre otros destinos). La apuesta ahora es dar vuelta esa cifra y llegar a un 80%.
Más recientemente, la firma de capitales chinos Black Mamboo Enterprise SA anunció su plan para destinar 7 millones de dólares para acondicionar la planta de Hughes, con tareas que incluyen desde infraestructuras básicas hasta la ampliación de la capacidad de almacenamiento Con todo se generarían entre 80 y 100 nuevos puestos de trabajo. Luis Medina, gerente general de la compañía, valoró la apuesta: «Si uno no actualiza las instalaciones como para seguir siendo competitivo, queda desfasado en el mercado y las inversiones migran a otro lado», remarcó, aunque subrayó las dificultades que aún persisten respecto de la prestación del servicio eléctrico en la zona, que motivaron una visita de la ministra de Producción Alicia Ciciliani al sur provincial.
El último en hacer público sus intenciones de expansión fue el frigorífico con sede en Recreo, que tras cerrar su primer envío a China decidió encarar una inversión que persigue como objetivo ampliar un 50% la capacidad de frío y duplicar la de desposte. Antonio D´Angelo, gerente administrativo de Industrias Frigoríficas Recreo SAIC, indicó que hoy la empresa posee salas refrigeradas para entre 400 y 450 toneladas, cifra que quiere llevarse hasta los 600. Por ahora la firma hace frente a la mayor demanda derivando una parte de la producción destinado al mercado interno a cámaras aledañas. En relación al desposte, ya se viene encarando un plan de ampliación al que a la fecha solo resta una parte de obra civil para completar la duplicación de las capacidades: de 200 medias reses que hacían en 2017 ahora ya pasaron a 280 y en dos meses calculan llegar a 400.
Yapa
Los beneficios del acuerdo con el gigante asiático generan otras buenas noticias para el sector. Entre los nuevos productos que podrán ingresar se destacan cortes que tienen poca aceptación en el consumo doméstico pero logran alta demanda en la plaza oriental. Esta noticia viene acompañada de una yapa de cuantía: se venderán a un valor 25 veces superior al que ofrece el mercado argentino. Hablamos de los cortes con hueso, en particular aquellos de huesos largos (como el caracú). Salvo algunos restaurantes muy especializados, no suelen tener mucha salida en las carnicerías locales -a veces incluso se lo usa para la alimentación de mascotas-. Del otro lado del mundo, en cambio, esta carne tiene un grueso canal de entrada por la costumbre china de consumir sopas con potaje, fundamentalmente en las clases populares.