Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná: menores lluvias de diciembre encienden alerta en soja

La campaña sojera en el bloque Mercosur comienza a transitar los primeros días del 2019 despidiendo un diciembre colmado de anomalías climáticas. La primera parte del verano pone de manifiesto la continuidad de la compleja coyuntura volátil e inestable de la atmósfera.

En anteriores informes comentábamos del escenario vulnerable por la volatilidad e inestabilidad en la que se halla la atmósfera, lo cual tienen potenciales implicancias en términos de producción. El nuevo año comienza dejando atrás un diciembre cargado de eventos extremos, desde lluvias intensas en cortos períodos de tiempo, temperaturas extremas, caída de granizo, intensos vientos, pulsos secos, etc. En este contexto, el principio del trimestre cálido deja una lección clara: los escenarios serán cambiantes y lo harán en grandes escalas. Nada es seguro con esta inestabilidad, veremos al mercado climático moverse entre el optimismo y las dificultades con variaciones importantes.
El rápido repaso por los países integrantes del Bloque Mercosur en cuanto al comportamiento de las lluvias, en el mes que recientemente finaliza, sustenta lo antes mencionado. Comenzamos con Brasil, primer productor del bloque con una proyección de 122 Mt. El mapa de lluvias acumuladas del mes de Diciembre (fuente CPTEC y elaboración propia) claramente muestra una disminución en la actividad asociada a los acumulados de lluvia en el centro y sur de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná. Por el contrario Mina Gerais, Goiás y Río Grande do Sul continúan con una postergada y lenta recuperación. Esta situación sin dudas plantea el alejamiento de nuevas proyecciones que esbozaban e insinuaban el aumento en la producción.
En nuestro país, con una proyección promedio cercana a las 50 Mt, los acumulados del mes de diciembre se enfrentaron en la última quincena del mes a una masa de aire de origen tropical la cual sostuvo una alta demanda de agua de los suelos y cultivos.  Este contexto es el que originó principalmente las condiciones de tiempo severo con registro de caída de granizo, acumulados de lluvia que superaron a la media mensual en menos de 24 horas, temperaturas máximas con un marcado desvío positivo, etc.
Sin embargo, en el marco estadístico los acumulados en general se ajustan a los valores esperados con ejemplos puntuales que presentan desvíos positivos. Es el caso por ejemplo de Gualeguaychú y Concordia, en Entre Ríos, con 369.3 mm y 202 mm, respectivamente. También podemos mencionar a Reconquista – SF con 215.6 mm o Gral. Pico – LP con 199 mm, y en la provincia de Buenos Aires, Pehuajó con 192 mm. El mapa que presenta los acumulados (elaboración propia)muestra un gradiente deficitario hacia la franja mediterránea y sur suroeste pampeano que aún continúan en lenta recuperación. A modo de ejemplo, en el siguiente gráfico mostramos la marcha de temperaturas vs. precipitaciones a lo largo del mes de diciembre para Villa Dolores, Córdoba, reflejando la alta demanda por parte de las temperaturas máximas y la pobre oferta de las lluvias a escala local dentro de una de las principales provincias tributarias.
A nuestro rápido análisis le siguen los tres países tributarios restantes, Paraguay, Bolivia y Uruguay con una proyección estimada de poroto de soja de 9.8 Mt, 2.70 Mt y 2.50 Mt, respectivamente. La principal región agrícola de Paraguay reproduce similar comportamiento al observado en el oeste y sur de Mato Grosso do Sul, con una marcada disminución en el régimen de lluvias. Aunque sí hay máximos significativos en diciembre, en el mejor de los casos, en alrededor de 180 mm. Es el caso de, por ejemplo, Encarnación, con 187.6 mm, y Concepción, con 173 mm.
Por último, Uruguay, es uno de los principales beneficiados en cuanto a la recuperación por parte de las lluvias con una distribución prácticamente uniforme. Carrasco, Durazno y Paysandú lideraron el ranking de acumulados de diciembre, con 321.5 mm, 285.2 mm y 269 mm, respectivamente. Recordemos que esta región era una de las más postergadas por las lluvias en lo que va de la campaña.
Sin dudas, la primera parte del verano pone de manifiesto la continuidad de la compleja coyuntura volátil e inestable de la atmosfera. Ante este escenario el Monitoreo Climático es el principal aliado.
Fuente: JOSE LUIS AIELLO (Doctor en Ciencias Meteorológicas. Asesor de Guía Estratégica para el Agro/BCR)

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