En lo que fue un autentico viaje en el tiempo, Claas Argentina puso en marcha la primer cosechadora autopropulsada del mundo, un invento con sello argentino que cumplió 90 años.
La Rotania, primera cosechadora autopropulsada, junto a la Lexion 780, la cosechadora más grande del mundo.
Si bien en 90 años hubo muchos avances tenologicos, tanto en matería de cultivos como así también en la mecanica, la esencia de la trilladora sigue siendo la misma.
La máquina ofrecía motor Hércules y diferencial Chevrolet y, con un frente de corte de 4,5 metros podía trillar unas 15 hectáreas por día. Por aquellos años los trigos rendían alrededor de 1.200 kg por hectárea. Además, los saca pajas, los cabezales para maíz y girasol eran marca Rotania.
Hasta ese momento las cosechadoras eran tiradas a caballo o con tractores, lo que aumentaba los costos de producción.
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PASADA JUNTO A LA LEXION
Es por ello que una gran cantidad de púlbico se dió cita e campo La Primavera de Balcarce, en la provincia de Buenos Aires, para ver en acción este invento argentino que sorprendió al mundo.
Reynaldo Postacchini, Vicepresidente de Claas Argentina, destacó en diálogo con la prensa: «Hoy presentamos la primera máquina que caminó sola por el mundo, es un orgullo que sea argentina».
«Claas hizo la primera máquina autopropulsada en 1953, y Rotania ya tenía su maquina hecha en Argentina muchos años antes«. En 1929, el inmigrante italiano Alfredo Rotania revolucionó la agricultura mundial cuando en la localidad santafesina de Sunchales logró diseñar y fabricar la primera cosechadora autopropulsada.
«Es una manera de demostrarle a los jovenes de que se puede desarrollar algo con impacto mundial desde aquí«, agregó.
La maquinaria, que permaneció durante décadas abandonada, fue restaurada en el año 2000 por Claas.
Postacchini describió el arduo trabajo de restauración de la maquina: «Tiene sacapajas de madera que tuvimos que hacer a medida».
HISTORIA DE LA ROTANIA
Alfredo Rotania, junto a sus hermanos Miguel, Enrique y Fernando, instaló en 1915 un taller de máquinas agrícolas para atender las necesidades de los habitantes de Sunchales, en la provincia de Santa Fe. Comenzaron con el famoso tubo mecánico lanza paja de las máquinas estáticas, que luego fue reemplazado por el sistema corta y trilla traccionado por caballos o tractor.
Pero en 1926 se embarcaron en la idea de crear otro tipo de cosechadora. Fue Alfredo quien pensó que debían mejorarse las maquinarias usando el motor de la corta trilla para impulsar toda la cosechadora, y de este modo lograr que tuviese tracción propia. En esa dirección trabajaron.
Después de mucha labor en el taller, en 1927 los hermanos Rotania comenzaron las gestiones para patentar el invento. En tanto, fabricaron cinco unidades de la innovadora cosechadora automotriz. El certificado de invención fue expedido en diciembre de 1929.