El hecho ocurrió poco después de las 11 de la mañana del pasado miércoles, en el establecimiento El Retorno en la zona de De La Canal, provincia de Bs. As. En uno de los puestos que tiene el campo dedicado al feedlot se encontraba uno de los nietos del encargado, un chico de unos 17 años, que fue sorprendido por tres hombres que le pedían insistentemente “la plata”.
Si bien en un principio, quizás por el susto, el menor indicó que los malvivientes poseían un arma, la hipótesis se desestimó más adelante.
Según la información oficial, estas tres personas empujaron al joven hacia la casilla de ese puesto y en medio del brusco movimiento lo golpearon en la cabeza, pero afortunadamente no sufrió ninguna lesión de gravedad.
Los ladrones revisaron cada rincón de la cabina, pero aparentemente no encontraron lo que fueron a buscar y se retiraron del lugar con las manos vacías.
Una vez solo, el chico se dirigió rápidamente en una camioneta hacia el casco y advirtió al encargado de todo lo que había sucedido. Fue el quien llamó a la Patrulla Rural que envió a dos móviles al lugar y realizaron un operativo cerrojo en los accesos al campo.
Según la descripción del menor, uno de los hombres llevaba campera de cuero negra, otro tenía barba y otro estaba con una chalina blanca.
En el operativo los efectivos detuvieron a una persona que iba en una combi que transitaba por el acceso a la localidad de De La Canal, aunque más tarde se constató que nada tuvo que ver con el siniestro, sino que iba a buscar “lombriceros” que suelen recurrir a esa zona para su actividad y fue algo casual. De todas maneras, el vehículo quedó secuestrado por falta de Verificación técnica vehicular (VTV) y otros documentos que impedían su circulación.
Las hipótesis policiales son dos. Por un lado que se podría haber tratado de algún dato errado que le habría llegado a los delincuentes, ya que buscaban únicamente dinero. Por otro lado, que podría haber sido “al voleo”, aunque eso es resultaría extraño en una zona rural y a plena luz del día, sin armas.
Fuente: El Eco – Tandil