Los Komerz producen 300 pollos semanales de 3 kilos cada uno y los comercializan en su casa y en ferias. Tienen una muy buena rentabilidad con la crianza y venta y poseen un manejo sanitario y nutricional considerado de “excelencia”.Por Marina Friedlander
Los técnicos estuvieron en la granja de los Komerz hace dos semanas, con jóvenes de la zona que estudian la carrera de Técnicos Universitarios en Producción Agropecuaria en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). En esa oportunidad, acordaron que desde el IFAI se desarrollará un trabajo con la familia para sistematizar su producción de manera tal que se pueda transpolar a otros productores interesados.
“Es muy interesante e innovadora la manera de acopio y conservación del maíz, ya que cuando lo cosechan con un 40% de humedad lo muelen y lo guardan en carpas sin oxígeno”, resaltaron desde el IFAI, al tiempo que indicaron que, así, el maíz tiene una fermentación anaeróbica, lo que da como resultado un silaje de grano de maíz húmedo y molido que tiene una mejor digestibilidad que el maíz seco molido. Con todo esto, se ahorran los gastos de secado, acopio y sus respectivos fletes.
En cuanto al método de recría y engorde de los pollos, el sistema consta de ciertos pasos. Los tres primeros días de vida, los pollitos bebe consumen un complejo vitamínico mineral, realizan un descanso de tres días y luego obtienen una rutina sulfa-trimetroprim, lo que evita la infestación por coccidios, que tantas pérdidas causa en este tipo de producción en la zona. Además, se elimina en cualquier otro patógeno, ya que son antibióticos de amplio espectro. A los 21 días, en tanto, se realiza una desparasitación con piperazina. Con este manejo, tienen menos del 2% de mortandad y, como lo terminan a los 50 días, no hay ninguna posibilidad de residuo medicamentoso en la carne.
Por último, los técnicos del IFAI explicaron que manejan tres alimentos balanceados (iniciador, recría y terminación), que los mismos Komerz producen comprando el núcleo vitamínico mineral, más el expeler de soja y el silaje de grano húmedo molido.
En el caso de la producción de huevos, agregan al balanceado conchilla, y también mantienen una excelente sanidad.
La faena se realiza en dos etapas: en una zona sucia, donde despluman, y después la llevan a un cuarto preparado para tal fin, que funciona como zona limpia en donde se evisceran y preparan los pollos para la comercialización.