La campaña 2018/2019, arrojó buenos resultados productivos en los principales cultivos extensivos del partido de Pergamino. Tras un ejercicio anterior difícil, el comportamiento climático adecuado, se tradujo en buenos rindes, estables a lo largo del partido. Sin embargo, la situación en torno a la baja en los precios de algunos granos, marco una caída con respecto a las proyecciones económicas realizadas al inicio de la campaña.
Clima
Las precipitaciones registradas durante la campaña, se mantuvieron cercanas a las medias en los últimos diez años con importantes registros en los meses de diciembre y enero.
Al observar las lluvias del año (gráfico 1) se aprecia que las mismas fueron similares al promedio histórico, dentro de los meses de la campaña de invierno, traduciéndose en buenos resultados para los cultivos de esta estación. Ya hacia diciembre y enero, los registros superaron a los valores promedio de los últimos 10 años en 100 y 229 mm, respectivamente, en un momento fundamental para la definición de rendimiento de los cultivos estivales. Cabe destacar, que las mismas se dieron durante la siembra de los cultivos de segunda implantación, complicando el establecimiento de estos en algunos lotes, principalmente los de soja.
Malezas, insectos y enfermedades
Con respecto a las malezas, continua una presión y avance de las especies con diferentes grados de tolerancia a herbicidas o resistencia a los mismos. En particular, raigrass anual (Loliummultiflorum) y yuyo colorado (Amaranthus hybridus) mostraron un alto nivel de presencia en los lotes del partido en cultivos invernales y estivales, respectivamente. Según informes del grupo malezas de la EEA Pergamino1 , el raigrass anual alcanzó en la última campaña una frecuencia del 79% en lotes del noroeste de Buenos Aires, con coberturas que van desde el 5% hasta el 50% de la superficie de los mismos. En cuanto al yuyo colorado, en la última campaña presenta una frecuencia del 95% (en contraste al 0,5% de la campaña 2014/2015), pero con coberturas del orden del 10% de la superficie en la mayoría de los lotes.
Es importante resaltar que, en la pasada campaña, era común observar “escapes” en las aplicaciones, particularmente para yuyo colorado. Estas irregularidades en el manejo de malezas, si bien en muchos casos no generan un perjuicio debido a una merma en el rendimiento del cultivo, contribuyen a la diseminación de biotipos y la persistencia del problema dentro del sistema. Los ataques de insectos, no fueron de gran importancia para la campaña 2018/2019 tanto en los cultivos invernales como estivales. En trigo se dieron escasas aplicaciones para orugas en casos eventuales o en combinación con fungicidas. En maíz, solo se observaron daños en cultivos diferidos o de segunda implantación, donde la presión de especies como la “oruga militar tardía” o “cogollero” Spodoptera frugiperda (Smith) y la “isoca de la espiga” Helicoverpa zea (Bod.) es muy alta y los eventos transgénicos existentes no brindan una buena protección. Durante el inicio del cultivo de soja no se registraron ataques de importancia que promovieran aplicaciones, ya entrada la campaña el gran desarrollo vegetativo que se observaba en los cultivos de primera época de siembra sumado a un buen control por parte de agentes benéficos causo que las densidades de los lepidópteros defoliadores se mantuvieran por debajo de los niveles de daño económicos, a excepción la “oruga del yuyo colorado” Spodoptera cosmioides (Smith) que en diferentes zonas del centro norte de la provincia de Buenos Aires superó los niveles de daño económico. Los cultivos de segunda época de siembra registraron aplicaciones en áreas puntuales para la oruga de las leguminosas Anticarsia genmatallis (Hübner) durante el periodo de llenado de granos. En los tramos finales del cultivo se realizaron algunos tratamientos para hemípteros, asociados al uso de fungicidas para enfermedades de fin de ciclo.
Las enfermedades foliares, mostraron una alta presión sobre los cultivos de verano a causa de las precipitaciones registradas. En soja en particular, se realizaron tratamientos, frecuentemente en combinación con insecticidas. Tuvieron presencia en el cultivo de trigo también, donde la roya amarilla ameritó entre una a dos aplicaciones de fungicida en variedades susceptibles, no llegando la presión de la enfermedad a ser tan grave como en la campaña 2017/2018.
Precios
El gráfico 2 muestra la evolución de los precios a cosecha a lo largo de la campaña 2018/2019.
Los precios futuros a cosecha (enero 2019) para el cultivo de trigo, tuvieron una leve suba con respecto a las expectativas en la siembra, con un pico de 217 u$s/tn para el mes de agosto. Tanto para soja como maíz estos bajaron durante el transcurso de la campaña. A cosecha, se reportaron bajas del 21,9% para maíz y 27,8% para soja, en comparación a los precios futuros al momento de siembra de dichos cultivos.
Algunas de las explicaciones del porqué de dicha baja, radica en la abundante oferta mundial y la reintroducción de derechos de exportación en septiembre del año pasado. También, y particularmente para soja, la peste porcina africana está afectando negativamente la producción de cerdos en China, afectando la demanda de harina de la leguminosa en ese país y por consecuencia la cotización del grano. El panorama se completa con el retraso que está sufriendo la siembra de maíz en Estados Unidos. Esto afecta negativamente al grano de soja, ya que parte del área donde se vea imposibilitada la siembra de maíz, puede pasar a engrosar el área sembrada de soja. Sin embargo, estas últimas situaciones pueden tornarse también favorables si pensamos en una posible mayor demanda de carne de cerdo de parte de china (aumentando las necesidades de grano de los criaderos nacionales) y en una suba del precio de maíz a causa de la menor producción esperada de Estados Unidos. En lo referido a precios obtenidos a cosecha, los mismos resultan inferiores en soja y maíz con respecto al promedio de los últimos diez años (22,6% y 10,7% respectivamente), movilizado por las causas anteriormente expresadas, mientras que para el trigo el mismo fue un 28,6% superior a la media histórica (2009/2019). En este último caso, la gran demanda mundial del cereal movió los precios en favor del mismo.
Al observar los precios futuros para la campaña 2019/2020 (gráfico 3) para estos tres cultivos, se puede observar una mejora en el maíz del orden del 17,2%, colocándose el precio levemente por encima del promedio del ciclo 2009-2019, principalmente por las causas antes expuestas. La soja muestra también una mejoría con respecto a los precios de la última cosecha del 12,8%, saliendo de su peor cotización en los últimos diez años, pero situándose unos 36,5 u$s/tn por debajo del precio histórico. En trigo, si bien el precio futuro es menor al de la última cosecha en un 16,1%, el mismo se sigue situando levemente por encima del promedio de los últimos diez años. Esta coyuntura tanto para el maíz como el trigo, hace que sigan siendo opciones interesantes para la próxima campaña donde parece haber un repunte de la oleaginosa, pero que aun dista de encontrarse en los niveles de precios del pasado.
Resultados productivos y económicos
Se analizan los ingresos, gastos y márgenes brutos proyectados para cada cultivo en el momento de siembra de los cultivos de verano (septiembre 2018), respecto de los obtenidos en cosecha para la zona de Pergamino (gráficos 4, 5 y 6), para hacer una evaluación de la pasada campaña.
Los ingresos y márgenes brutos obtenidos en trigo y maíz de 1era fueron superiores a los proyectados. Estos cultivos tuvieron un excelente desarrollo durante la campaña obteniendo muy buenos rendimientos. En el caso del trigo, los rendimientos fueron similares a los valores promedio estimados (4,4 tn/ha), y los precios superaron las proyecciones realizadas. En maíz, en cambio, los excelentes rendimientos obtenidos (10,5 tn/ha promedio) lograron obtener mayores ingresos que explican esta situación, aún con un aumento en los costos totales con respecto a los proyectados, principalmente explicado por los mayores costos de comercialización asociados al volumen obtenido. En el cultivo de soja de 1era podemos ver que tanto el margen como el ingreso bruto obtenidos se encuentran en valores aproximados a los estimados en septiembre de 2018. Si bien se dió una caida en los precios con respecto a dicha fecha, los buenos resultados en los rendimientos pudieron “compensar” en parte esta caida registrandose solo una leve baja en el margen obtenido con respecto al proyectado. Además, la estructura de costos proyectada no difirió de la efectivamente “pagada”.
Los margenes de soja de 2da y el maíz tardio fueron menores a los proyectados, mayormente a causa de la baja en los precios de los granos que deprimio el ingreso en ambos cultivos. En maíz tardío, a pesar de los buenos rendimientos obtenidos (9,0 tn/ha7 contra 8,4 tn/ha proyectadas), no fue suficiente su efecto para contrarestar la baja en el precio del producto, sumado al aumento en los costos incurridos, principalmente asociado a la mayor comercialización.
Las sojas de 2 da, no mostraron en promedio en el partido un crecimiento en sus rendimientos con respecto a las proyecciones realizadas (2,5 tn/ha) razón por la cual no se ve un efecto “compensatorio” y por tanto una caida en el margen bruto. Si bién la campaña fue muy buena, los culivos de segunda implantación (y en especial la soja) sufrieron gran parte de las precipitaciones copiosas de la campaña en el momento de siembra, con lo cual los lotes presentaron una gran disparidad; desde situaciones ideales con rendimientos muy altos, hasta lotes con graves problemas de emergencia e imposibilidad de resiembra. Por último y al analizar la secuencia trigo/soja, se puede ver que a pesar de esta baja en el margen de soja de 2da, los buenos resultados en trigo traccionan a la misma obserbando resultados mayores a los proyectados en septiembre del 2018.
Fuente: INTA por Francisco Antonio Fillat, Silvina María Cabrini
Más información agropecuaria cliqueá aquí