«Son números muy preocupantes», definió Diego Risso, Director Ejecutivo de la Asociación de Semillas de las Américas (SAA) en su presentación durante el Congreso de Semillas de las Américas.
Risso citó los números de un relevamiento de la Federación Internacional de Semillas que se realizó a nivel global y que reveló que el 48% de la superficie de soja de Sudamérica no reconoce los derechos de los obtentores. «Son más de 25 millones de hectáreas entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay«, señaló.
Sobre la actualización del marco normativo en estos países productores, señaló: «Es un tema que siempre está en la agenda, pero nos cuesta encontrar buenas noticias«.
«Necesitamos actualizar el marco regulatorio. Desde la industria siempre decimos que tenemos una gran historia para contar. La pregunta es si la estamos contando bien y a quién se la estamos contando», agregó Risso y destacó que «hay un sistema productivo que demanda nuevas variedades«.
El Director Ejecutivo de SAA puso a Canadá como ejemplo: «Estaban en el mismo problema que nosotros hace tres años, pero los productores dijeron ‘necesitamos variedades competitivas'».
El caso de Canadá se podrá ver en detalle en un panel del miércoles del Congreso de Semillas de las Américas, titulado «Modelos de generación de valor y herramientas de control».
Risso agregó que la industria está de acuerdo en la excepción: «Son aquellos que pueden acceder a las tecnologías protegidas sin tener que pagar los derechos. Tenemos que sentarnos a definir esta excepción». Además, resaltó la importancia de la generación de valor posterior: «De nada sirve tener marcos regulatorios modernos si no somos capaces de ejecutarlos».
Por otro lado, se suma la presión social: «Muchas organizaciones ambientalistas que confunden las dicusiones cuando la cadena de valor busca avanzar en marcos regulatorios. Ponen elementos que nada tienen que ver con los derechos de los obtentores. Lo planteo como un gran desafío».
Alfredo Paseyro, Director Ejecutivo de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) explicó que el encuentro busca reunir a toda la industria. En este sentido, participan representantes del Gobierno como parte regulatoria y representantes de las traders de commodities: «Debemos ver qué pasa en los mercados compradores».
Sobre la actualidad de la industria en argentina, Paseyro destacó que existe «un alto potencial, pero nos falta un marco para poder explotarlo». «Necesitamos previsibilidad para poder invertir y apostar, a pesar de los esfuerzos que hicimos no se logró avanzar con la aprobación de una nueva Ley de Semillas«.
«Argentina invierte el 1.4 del PBI en investigación y desarrollo. Nuestras empresas y el sector semillero, invierten el 9% de la facturación. Todos con el mismo objetivo que es entregar la mejor semilla al mundo. Nada tiene sentido si nuestro producto no llega al productor», destacó el titular de ASA. Es decir, estas empresas invierten US$ 126 millones al año.
En este sentido, comentó que la convocatoria que hizo el Gobierno para ver la forma de avanzar en el tema se suspendió y no hay información sobre un nuevo encuentro. «El DNU es una herramienta constitucional que le da al poder ejecutivo la atribución de resolver un tema urgente«, agregó en referencia a la posibilidad de que la Ley salga mediante Decreto.
Por otro lado, las fusiones y adquisiciones de la industria de semillas y agroquímicos comentó: «Pensamos que pasa nada más en nuestro sector, pero es una tendencia global y pasa en otros sectores. Hay que competir cada vez más y las grandes empresas buscan ser más competitivas«.
Además, agregó que hay oportunidades para nuevos jugadores: «Las pequeñas, medianas y start ups tienen una gran maniobrabilidad, es como comparar un transatlántico con un velero. Creemos que hay oportunidades para todos los tamaños de compañías y estamos viendo una gran velocidad de innovación, en particular en las Agtech».
Por último, consultado sobre el contexto de elecciones comentó: «ASA es una institución con 70 años, tenemos la experiencia como para poder manejarnos».