La campaña actual de trigo estuvo atravesada por condiciones climáticas desfavorables que afectaron negativamente la performance del cereal.
En un primer momento, la falta de precipitaciones y las bajas temperaturas medias provocaron demoras en la fenología y plantas de escaso desarrollo. Luego la reactivación de las lluvias, que sólo se dio sobre la franja este del territorio, agravó la condición de déficit hídrico en el oeste del área.
Finalmente, la alternancia de temperaturas templadas con frecuentes heladas empeoró el panorama.
Ante un escenario sin posibilidades de recuperación al menos para los ciclos largos, y sin descartar futuras mermas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima una producción de 18,8 millones de toneladas. A principios de campaña se esperaban hasta 21 millones de toneladas de trigo.
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«Si bien al norte del área agrícola continúa la recolección de trigo a buen ritmo y con rindes en general superiores a los promedios históricos, hacia el centro y sur del área agrícola las perspectivas son desalentadoras», destaca la entidad porteña en el informe semanal.
A la fecha ya se ha recolectado el 3,5 % del total del área apta a nivel nacional, manteniendo una demora de 1,1 puntos porcentuales.
«Los lotes del margen este se han recuperado parcialmente, y las expectativas de rinde podrían acercarse a valores relativamente cercanos a la media», agrega.
No obstante, al oeste y al sur de la región agrícola, los planteos tempranos presentan serias limitaciones de cara al llenado de grano: «Las bajas temperaturas y el déficit hídrico dieron lugar a plantas de bajo porte y escaso macollaje. Sumado a ello, la ocurrencia de heladas, los eventos de granizo y los golpes de calor han agravado la situación, que podría complicar a los ciclos medios y cortos si no se revierte».