Luego de que la industria aceitera argentina logre que la importación de soja, para ser procesada en el país, no pague tasa, el Gobierno busca reinstalar este gravamen. El megaproyecto de ley presentado en Diputados contempla una alícuota del 3% para este tipo de importaciones.
Cabe destacar que Macri eliminó este régimen en enero de 2016 y permitió el ingreso de soja sin el pago de ninguna tasa. Luego, el propio gobierno quiso restituir este gravamen, pero la industria aceitera logró que se dé marcha atrás.
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La soja importada proviene principalmente de Paraguay, Brasil y Estados Unidos. Esta importación temporal le permite a la industria aceitera ocupar al máximo posible su capacidad instalada. En aquel momento, Luis Zubizarreta, presidente de Acsoja señaló: «En la medida en que no lográs utilizar toda la capacidad de procesamiento que tenés, te quita competitividad y repercute en el precio que en definitiva le vas a pagar a cualquier productor que te venda la soja».
El artículo 45 del megaproyecto expresa: “Establécese hasta el 31 de diciembre de 2020, en un TRES POR CIENTO (3%) la alícuota de la tasa de estadística”. Esta alícuota será aplicable a las destinaciones definitivas de importación para consumo y a las destinaciones suspensivas de importación temporaria.
Este gravamen no contempla aquellas destinaciones que están registradas en el marco de Acuerdos Preferenciales suscriptos. Por su parte, el Ejecutivo podrá disponer de exenciones para el pago de tasa cuando se trate de una “actividad específica”. Esta finalidades deben tener como finalidad campos como la ciencia, tecnología e innovación, la promoción de desarrollo económico o la generación de empleo.