El senador santafesino Armando Traferri solicitó que se cumpla la ley provincial, que obliga a supervisar el estado sanitario de los tripulantes de lo barcos. Son más de 130 los muertos por esta enfermedad en el mundo.
Fuente: Agrofy News
Buque en el Gran Rosario.
El coronavirus es una enfermedad que tuvo su foco en China pero rápidamente se empezaron a registrar casos en diferentes países del mundo. Hasta el momento, se reportaron 132 muertos a causa de esta enfermedad, según las autoridades China.
Ante este escenario global y el alerta epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, el senador provincial de Santa Fe Armando Traferri pidió al gobierno provincial que se realicen controles sanitarios a los tripulantes de las embarcaciones.
Cabe destacar que en 2019 ingresaron 2632 buques a los puertos del Gran Rosario, donde muchos de estos barcos provienen de la región asiática. Por este motivo, Traferri pidió que se aplique la ley provincial N° 13.424.
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Esta normativa busca contener posibles propagaciones de enfermedades infectocontagiosas. Para cumplir esta meta establece una revisación médica a cada persona o tripulante que accede a la provincia.
Traferri detalló: «Según prevé la ley, la correspondiente revisión médica obligatoria, consiste de un examen clínico y bioquímico básico, debe estar a cargo del Ministerio de Salud. Esta cartera dispondrá los mecanismos más adecuados para concretar la revisión de la manera más efectiva, segura y diligente, de tal forma de evitar interferencias con la labor que desarrollan los sujetos obligados. De considerarse necesario se podrá extender la revisión a un examen radiológico».
Pero el senador, que fue autor de esta ley provincial, señaló que los controles nunca fueron puestos en práctica por la provincia. Y pidió que se actué debido a la frenética actividad portuaria en la zona y el constante devenir de extranjeros, mucho de ellos “provenientes de China y países aledaños».
Si bien el Ministerio de Salud Nacional emitió un alerta, el propio ministro Ginés González García aseguró: “El riesgo de que el coronavirus llegue a Argentina es muy bajo, pero que no obstante ya se han puesto en marcha y reforzado los protocolos para la vigilancia y la prevención ante un hipotético ingreso al país”.
Según los datos aportados por la cartera nacional, de los 448 casos reportados 441 se dieron en China, 4 en Tailandia, uno en Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.
En caso de un caso positivo en la tripulación en Santa Fe, se deberá comunicar en forma inmediata tal situación a la zona de Prefectura Naval Argentina con jurisdicción en el lugar de detección, para que adopte las medidas que evalúe pertinentes.
La ley establece que esta situación impedirá la libre circulación del portador de la enfermedad, salvo el traslado hasta la zona portuaria que la autoridad competente determine, al buque o al lugar de tratamiento, en cuyo caso el traslado se deberá efectuar bajo supervisión médica.
Recomendaciones
Desde el Gobierno señalaron que hay medidas sencillas que previenen esta infección. En caso de de toser o estornudar, deben cubrirse la nariz y la boca con el pliegue del codo y no con las manos, para evitar tocar superficies y expandir el virus.
Por otra parte, aconsejaron que se deben lavar las manos de manera frecuente con agua y jabón. Esta acción se debe realizar sobre todo antes de ingerir alimentos y bebidas, antes y después de ir al baño, o luego del contacto con superficies en áreas públicas.
En lo que respecta a ámbitos hospitalarios, se deben seguir estrictamente los protocolos de prevención y control de infecciones para cuidar tanto a las personas allí internadas como al personal sanitario.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda a las personas que viajan y desarrollan síntomas respiratorios agudos durante el viaje, o posteriormente, que soliciten atención médica y expliquen al profesional sanitario el trayecto que han realizado.
Además, las autoridades sanitarias deben colaborar y proporcionar información a las personas que viajen o vayan a viajar, con el fin de reducir el riesgo global de que contraigan o contagien infecciones respiratorias agudas.