Soja: aseguran que pese a perder U$S 118 por hectárea, hay que tributar U$S 329 de retenciones

Según el productor, exfuncionario de Cambiemos y exdirigente de CRA, Néstor Roulet, antes de la siembra la soja se proyectaba con un resultado a favor de 85 dólares. Por menor precio, baja de rinde y retenciones, hoy deja pérdidas.

“Increíble: a pesar de que el productor pierde 117,92 dólares por hectárea, igual tiene que tributar 328,87 dólares de derechos de exportación”.

Así finaliza un informe elaborado por el productor cordobés, exfuncionario del Ministerio de Agroindustria durante el Gobierno de Cambiemos y exdirigente de Cartez y de CRA, Néstor Roulet, en el que calcula cuál ha sido impacto que tuvieron las retenciones en la rentabilidad de una hectárea de soja.

 

Un factor que se suma al efecto negativo de los menores rindes proyectados a raíz de la sequía ocurrida entre fines de febrero y principios de marzo, y al menor precio internacional de la oleaginosa debido a la crisis global provocada por la pandemia de coronavirus.

Estimaciones

Concretamente, el trabajo de Roulet consistió en comparar el presupuesto que elaboró un productor antes de la siembra, en agosto, con los valores que está arrojando la cosecha actual.

Como primera medida, la estimación realizada en la pre-campaña era de un rinde promedio de 36 quintales por hectárea. Por la falta de agua, Roulet redujo esa perspectiva un ocho por ciento, a 33 quintales.

Luego viene la situación de precios: el futuro FOB a mayo marcaba 333 dólares en aquel momento, cifra que se redujo a 302 en los últimos días. Así, de movida, una hectárea que se proyectaba con un ingreso bruto de casi 1.200 dólares hace siete meses, pasó ahora a aportar menos de mil dólares.

Y aquí se suma el impacto de las retenciones, que en aquel entonces eran de cuatro pesos por dólar más 18 por ciento, lo que significaba un porcentual total del 24,7 por ciento. Ahora están en 33 por ciento. Por esta suba, una hectárea que tributaba menos de 300 dólares, ahora aporta casi 330 dólares al Estado, solo por este concepto.

A la par, agrega Roulet, se adicionó un aumento de otros tributos que abona el agro, como los inmobiliarios provinciales o Bienes Personales.

El resultado final es que, de una ganancia de 85 dólares por hectárea que, se esperaba, dejara la soja, se pasó ahora a un quebranto de 118 dólares. En cambio, el Estado, solo por retenciones, obtiene 32,5 dólares más por hectárea.

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