Al mismo productor que la semana pasada le habían faenado tres animales, ahora le dejaron en el campo la cabeza de otro animal recién nacido.
La semana anterior contábamos el caso de un productor de Rafaela que había sufrido el robo y faenamiento de tres terneros, pero la situación se sigue complicando.
Esta madrugada, en el mismo campo lindante con el tránsito pesado, decapitaron a un ternero en la misma guachera, dejando la cabeza del animal, algunas vísceras y extremidades en el lugar, llevándose la estructura principal para luego continuar con la faena.
Con una nueva denuncia y una promesa de mayor control que se renueva y se espera que cumplan las fuerzas de seguridad, es el momento de mayor inseguridad que sufre esta explotación tradicional de la ciudad santafesina.
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La crisis económica desatada por el aislamiento es el detonante de esta escalada de delitos rurales, que no tienen control alguno y mucho menos sus penalidades. Sobre el desvío del tránsito pesado, la Cabaña Armando había sufrido la semana anterior tres hechos similares.
Los mismos habían sido denunciados en la Comisaría Primera de nuestra ciudad. El sábado 16 robaron de la guachera, donde están los animales recién nacidos, a un ternero que fue faenado en la extensión de la avenida Brasil, calle lindante del predio.
En la mañana del jueves 21, durante el conteo de animales se detectó la faltante de una ternera de un mes a la que se la habrían llevado viva, por no haber rastros del animal en el predio.
En la mañana del viernes pasado se hallaron rastros de sangre e incluso la caravana de un ternero macho de 14 días.
Adolfo Williner, que es uno de los responsables de la empresa agropecuaria destacaba a Rafaela Noticias la situación de indefensión que vienen enfrentando, sobre todo en las últimas semanas, aguardando por las respuestas correspondientes por parte de las autoridades de la seguridad en nuestra ciudad.
El problema creciente de la inseguridad rural se intenta poner de relieve desde Confederaciones Rurales Argentinas, que justamente ayer tuvo en la localidad de Oliva, en Córdoba, el incendio de un campo con maíz a punto de cosecharse, que pertenece al vicepresidente de la entidad nacional, Gabriel de Raedemaeker.