Es Ley: el Senado aprobó el impuesto a la riqueza, que afecta de diversas formas al capital productivo

En un debate que se extendió durante cuatro horas, los senadores dieron sanción definitiva al proyecto venido en revisión de la Cámara de Diputados que crea el aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia, transformándolo en ley, Ahora deberá ser promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional.

El debate

El Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Caserio (FDT-Córdoba), dijo que se trata de un aporte único, obligatorio y por única vez. “Es un aporte direccionado a las personas más ricas”, que alcanza a las personas humanas que residen en el país y en el exterior. El senador aclaró que el objetivo del aporte es colaborar “para que el país mejore, siendo solidarios”.

Con respecto al alcance, aseguró que llega a “11 mil o 12 mil contribuyentes” y que, del universo que hoy pagan bienes personales, “sólo el 1,2% es parte de este aporte”. Continuando con las comparaciones, tomó la población argentina y dijo que el aporte alcanza al 0,02% y sostuvo que “el 99,98% de los argentinos no tiene que hacer este aporte”.

Caserio también se refirió al sector agropecuario y dijo que, de los productores rurales del país, que estimo en alrededor de 500 mil, según cálculos de la AFIP, los alcanzados van a ser “un porcentaje mínimo”. Para concluir, lanzó que “el 2% de su patrimonio es el campo, el resto son activos”.

A su turno, Martín Lousteau (UCR-CABA) se opuso a la iniciativa alegando que el aporte se puede conseguir por otros medios: derogación de jubilaciones de privilegio o regímenes especiales o recabando tres mandatos de ganancias de mutuales o un mandato de déficit de empresas públicas. Asimismo apuntó a que el proyecto implica una doble imposición, ataca pasivos, no grava el dinero en negro y le quita fondos a las provincias

Julio Cobos (UCR-Mendoza) se refirió a la carga impositiva y propuso simplificar el sistema tributario. “Tenemos muchas herramientas válidas para mejorar las condiciones tributarias y también para simplificarle la vida a los empresarios para que puedan invertir y sacar el país adelante”, concluyó.

Desde el oficialismo, Jorge Taiana (FDT-Buenos Aires), se refirió a que la comunidad debe actuar a favor de un principio de equidad y dijo que el aporte no apunta a las empresas: “Son personas humanas que tienen una gran acumulación de capital y lo que se les está pidiendo es un aporte extraordinario para contribuir a paliar esta difícil situación”.

El ex gobernador puntano, Claudio Poggi (Avanzar San Luis-San Luis), se mostró preocupado por “todos los otros que entran en el impuesto, que no son ricos, y que tienen afectados todos sus bienes productivos a la producción”, que son motores económicos de ciudades y pueblos del interior, sin liquidez y que deberán vender parte de su equipamiento para pagar el impuesto. “Es absurdo las consecuencias negativas que va a tener para ese sector productivo este impuesto”, aseguró.

Humberto Schiavoni (PRO-Misiones) se lamentó porque se castiga a quien puede ayudar al país: “La única manera de crecer en la economía es a través de la inversión”, dijo y se refirió a las  inconsistencias legales y constitucionales: grava la renta sin afectar el capital, es confiscatorio, viola el principio de igualdad y es retroactivo.

En la misma línea, Silvia Elías de Pérez (UCR-Tucumán) dijo que el el gobierno “ha sido el abanderados de crear impuestos” y detalló los más de 15 impuestos creados o aumentados. “Esto aumenta la incertidumbre y no permite la inversión ni la producción”, concluyó.

Mariano Recalde (FDT-CABA) dijo que no era real que algunas personas tuvieran que vender bienes: “Tiene liquidez para enfrentar lo que tiene que pagar. Solo se vería afectado un 25% de su capital”, dijo.

A su turno, Juan Carlos Marino (UCR-La Pampa) dijo que el nuevo impuesto “no ayudará a morigerar nada”, sino por el contrario, “seguirá espantando inversiones” y desalentando la desinversión. “Se crea un impuesto que le pega en la línea de flotación a las empresas agroindustriales, industriales y de servicios”, apuntó.

También se refirió al impacto del nuevo impuesto sobre el sector agropecuario: “le pega al campo”, al gravar los inmuebles rurales, sin siquiera establecer un mínimo no imponible que no queda exento.

Como portavoz oficial, Oscar Parrilli (FDT-Neuquén) apuntó contra el sector agropecuario al recordar que, en 1860, se beneficiaron de las políticas del Estado, al enriquecerse con la entrega de tierras, en cuotas fijas y a bajo costo. “Hicieron fortuna gracias a la acción del Estado”, dijo y argumentó que el proyecto es “ético” porque apunta a que aporten los que más beneficios han recibido.

A modo de cierre, recordó que el nuevo impuesto apunta a devolver las 40 millones de hectáreas que fueron apropiadas por 1840 familias históricas del país familias. “Lo único que se les pide es que hagan un pequeño aporte para el pueblo argentino”, concluyó.

El Jefe del Interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Petcoff Naidenoff (UCR-Formosa) dijo que “el que genera expectativas es el sector privado” y se lamentó porque, “en lugar de atraer, la Argentina expulsa”.

Asimismo le respondió al senador Parrilli al referirse al sector agropecuario: “No hay que desalentar la inversión. Este error ya lo cometieron con la 125”, dijo y apuntó contra “un prejuicio ideológico”, contra la propiedad y la ruralidad. “Acá hay relato y mala praxis”, fustigó.

Para el cierre por parte del oficialismo, Anabel Fernández Sagasti (FDT-Mendoza) señaló que 9300 personas, “que tienen ganas fortunas”, serán los que van a pagar y que sólo 256 contribuyentes van a pagar el 3%.

La mendocina también se refirió directamente al sector agropecuario, “que se victimiza” y aseguró que “ninguno va a tener que vender nada”. Además agregó que los campos sólo representan el 2,7% de su patrimonio y agrego que la liquidez es un 25% superior a lo que deben aportar. “Esas fabulas de vender maquinas, campos y propiedad es una zoncera que repiten por no poder decir por qué no acompañan esta medida”, apuntó.

Impuesto a la riqueza: cómo afecta al capital productivo

  • Impacta directamente en los bienes productivos, los bienes de cambio (sementera, stock de granos, hacienda), la maquinaria y todos los demás activos, tomando como base imponible inclusive aquellos exentos en la Ley de Bienes Personales -inmuebles rurales-.
  • Afecta directamente Pymes, ya que el dueño final de su capital accionario es una persona humana.
  • Alcanza todos los activos que posea una persona humana o una sucesión indivisa, incluyendo la participación que tenga en una sociedad productiva.
  • No contempla la rentabilidad ni la liquidez disponible
  • Es un impuesto confiscatorio: los gravámenes al patrimonio -Bienes Personales y el impuesto a la riqueza-, en su máxima escala alcanzan al 7,5%, es decir, para hacerle frente al aporte, el sujeto alcanzado debe vender parte de su patrimonio.

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