Argentina, entre los países con más carga fiscal sobre sus exportaciones

“Para cuidar la mesa de los argentinos también es importante que cuidemos a los que producen”, opinó el titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto.

“Los impuestos a las exportaciones, como carga de cierta relevancia sobre la producción y para los ingresos fiscales, son tributos aplicados por muy pocos países y a la vez por naciones de escaso desarrollo económico o de escasa virtud en materia de organización productiva”, indica un trabajo realizo por la entidad.

Presión fiscal

“Cuando nos referimos a computar la presión tributaria directa real sobre las exportaciones, además de las retenciones, existen en Argentina otros impuestos que pagan los exportadores como los impuestos a las Ganancias, a algunos activos, a actividades financieras o a servicios de soporte de la producción, a las importaciones, al valor agregado en la cadena productiva, sumado a las tasas provinciales y municipales”, agregó Iannizzotto.

El análisis de Coninagro concluye que altas retenciones generan efectos distorsivos, entre los que menciona mayores costos en la cadena productiva, industrial y comercializadora; desincentivos para invertir y salir a competir en el mundo; y exclusión de pymes que, con menos escala, no pueden acceder a niveles de eficiencia para competir con altas tasas impositivas en el proceso.

También problemas por los cambios constantes en los niveles y alícuotas de retenciones que impiden la planificación, previsibilidad para cada ciclo agrícola y el desarrollo de nuevos negocios; baja reputación para la Argentina; e inconvenientes productivos generales porque al gravar la producción exportable, se reduce la inversión y la producción en calidad y cantidad, y eso afecta el ingreso de divisas.

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