Además, se verificó la presencia de 44 porcinos que se alimentaban con restos de la faena existente.
“Se observó en el lugar gran cantidad de cabezas bovinas y restos amontonados en un avanzado estado de descomposición, con todo el riesgo que implica para la Salud Pública. En función de las investigaciones desarrolladas por el personal técnico, se pudo establecer que los animales eran ingresados con destino a faena para su posterior comercialización en carnicerías de las localidades cercanas”, remarcó la cartera agropecuaria.
A raíz de lo encontrado, se procedió al secuestro de un tráiler de doble eje, el cual no pertenecía a ninguno de los responsables presentes, además de elementos utilizados para la faena (aparejos de soga, balanza, hacha, ganchos de hierro y cadenas).
A través de la intervención del Senasa, se determinó la faena controlada de los porcinos encontrados. Los animales quedaron interdictados hasta tanto se disponga dicha acción.
Carnicería clausurada
Tras hallar este grave caso de faena clandestina, los inspectores junto a los efectivos de la Patrulla Rural se trasladaron a Sarmiento, donde el titular del establecimiento intervenido posee una carnicería.
Este comercio también fue clausurado al constatarse que vendía al pública carne proveniente de la faena ilegal.
“Es importante resaltar que el consumo de este tipo de carne implica un riesgo sanitario importante para la salud de las personas, ya que el proceso escapa a todos los controles sanitarios que sí se llevan a cabo en los frigoríficos habilitados”, recordó el ministerio agropecuario.