La polinización, una problemática con impacto sobre la productividad de los cultivos

Otra parte de la ecuación está dada por el siguiente dato, cerca del 85% de las plantas con flores cultivadas en el planeta depende de los polinizadores para ser fecundadas y producir frutos.

Si se mantiene la tendencia de crecimiento de la población, y la producción agrícola la acompaña con los métodos tradicionales (utilización de agroquímicos, desmonte de zonas boscosas e implantación de monocultivos), la biodiversidad de insectos polinizadores, y otros insectos útiles, continuará reduciéndose.

El mayor impacto de la disminución global del número y biodiversidad de abejas polinizadoras, entre las que se cuentan las abejas melíferas, es la disminución en el rendimiento de muchos cultivos de interés agrícola y pérdida de las sinergias que se dan con la interacción de las especies.

El mejor escenario: un incremento productivo con una intensificación agrícola sustentable que fomente el establecimiento y mantenimiento de la biodiversidad de insectos útiles.

Desde el Programa Nacional Apícola del INTA (PROAPI), se aporta información para el manejo de técnicas para multiplicar, y aumentar la disponibilidad, de colmenas de abejas melíferas. También se trabaja para aumentar la presencia y establecimiento de las abejas silvestres.

Para lograr este objetivo, la población en general, y los productores agropecuarios en particular, deben considerar prácticas de producción que favorezcan la biodiversidad para hacer sustentables la obtención de alimentos. Esto beneficiará a la biodiversidad en su conjunto.

Algunas características anatómicas de los polinizadores silvestres los hacen más eficientes en realizar las tareas de polinización, como el mayor o menor tamaño corporal y la pilosidad, la realización de la polinización por vibración (“buzz polination”), el hecho de ser polinizadores generalistas, la capacidad de vuelo con temperaturas menores y en muchos casos hasta la especialización o coevolución durante miles de años con algunas especies vegetales.

Hay algunas hipótesis, o preconceptos, que sostienen que aumentando el número de abejas melíferas, que sin duda son los polinizadores más abundantes y frecuentes en nuestro planeta, se suplirían las deficiencias de otros polinizadores silvestres de algunos cultivos. Esto está muy lejos de ser cierto, dado que puede aumentarse el depósito de polen en las flores, pero esto no está directamente relacionado a la posterior formación de frutos.

Que tenemos que tener en cuenta

La disminución del uso de agroquímicos insecticidas peligrosos y la interacción del apicultor con los agricultores y fruticultores es un punto importante. Trabajar juntos, para elegir los biocidas menos riesgosos para las abejas, y programar las aplicación, evitando las floraciones, son factor a tener muy en cuenta para respetar a las abejas. Mayor biodiversidad de abejas sanas es sinónimo de mayor producción.

El aumento de la disponibilidad de recursos florales es, sin duda, uno de los factores más importantes. A mayor biodiversidad de recursos florales, será mayor el número de insectos benéficos. Para lograr este objetivo se deberán realizar siembras en los márgenes de los caminos y áreas no aptas para la agricultura en los campos.

Esto, no solo incrementa la biodiversidad de insectos, sino que también favorece la salud de las abejas y la obtención de productos de las especies leñosas y herbáceas con flores cultivadas. Por otro lado, preservar espacios y áreas naturales fomenta la disponibilidad de recursos florales (monte), y sitios de anidación para numerosas especies de abejas nativas.

Las áreas con vegetación espontánea y permanente actúan como refugios importantes para la biodiversidad, ayudando a su mantenimiento y al de los servicios ecológicos asociados a ellas. El buen funcionamiento de los campos produce importantes beneficios para el hombre que no se limitan a la producción de alimentos. En su conjunto estos beneficios se conocen como Servicios Ecosistémicos, e incluyen tanto a los que poseen un valor de mercado como a otros no apropiables, pero de gran valor.

Hay técnicas para la crianza de otras abejas, como los abejorros o las Abejas Nativas Sin Aguijón (ANSA) o las abejas carpinteras o los megachiles. También existe la posibilidad de colocar nidos trampa para la instalación y mantenimiento de poblaciones de polinizadores que se utilizan en algunos cultivos.

Insectos polinizadores y la producción

Las experiencias del PROAPI en la polinización de cultivos demuestran estas sinergias entre abejas melíferas, abejas nativas y abejorros. Por ejemplo, en el cultivo de la Frutilla se obtuvieron incrementos cercanos al 40% utilizando colmenas de abejas melíferas y de abejorros.

En nuestros ensayos la presencia de Apis fue constante, con tratamientos de exclusión total de polinizadores y exclusión de abejorros, hemos logrado valorar la incidencia de Bombus atratus: hay un aumento con respecto a polinización con Apis a favor de los abejorros, además mayor cantidad de frutos de categoría comercial (64%, contra 53% de Apis y 43% del testigo sin polinización) incrementa en un 11,4% el peso y en un 6,8% el diámetro de los mismos respecto a Apis. Si analizamos los resultados en peso promedio, la diferencia a favor del abejorro es del 37%. Se necesitan 137 frutos del tratamiento con polinización de Apis, para lograr el mismo peso que se obtiene en 100 frutos polinizados por abejorros.

Estudios con el cultivo de arándano, se han observado incrementos que van desde un 30% a un 60% en los rindes, comparado con tratamiento de exclusión de polinización. Además hay variedades de arándano, de corola estrecha, que no son fácilmente accesibles para las abejas melíferas y si por los abejorros. Éstos realizan polinización vibrátil (“buzz pollination”), presentan mayor pilosidad y trabajan con temperaturas bajas, a partir de los 8°C, y menor luminosidad.

En el caso del tomate bajo cubierta, polinizado con colmenas de abejorros, se obtuvieron incrementos del 20% al 40% en rendimientos, mejorando la calidad de los productos obtenidos convencionalmente con la utilización de hormonas para lograr el cuaje de los frutos. Por otro lado se disminuyó el uso de biocidas para no dañar a los abejorros. De esta manera se lograron beneficios extra en la calidad e inocuidad de los productos, disminuyendo la mano de obra y fomento de la presencia natural de controladores biológicos de plagas.

En el cultivo de Palta la polinización puede incrementar la producción desde un 40% a un 90%. Algo similar se da en el cultivo del Mango.

En Kiwi requiere generalmente del uso de polinización manual, pero con la utilización de colonias de abejorros nativos (Bombus atratus) la polinización resultó ser tan eficiente como la polinización manual individual, en relación a la cantidad y calidad de fruta obtenida, reduciendo notablemente los costos de mano de obra.

En el caso del cultivo de cítricos, existe evidencia que sugiere que los polinizadores son beneficiosos. Para el cultivo de Limón hay muchos problemas para establecer colmenas como el uso intensivo de insecticidas, aplicaciones durante la floración, injustamente los productores temen que las abejas propagan enfermedades, hay miedo al comportamiento defensivo de las abejas y por ello los agricultores pueden rechazar tenerlas cerca de sus cultivos.

A pesar de haber buenos datos sobre los beneficios de la polinización para la producción frutícola y calidad en todas las diferentes variedades de cítricos. Tenemos que demostrar estos beneficios a los agricultores y trabajar con ellos para reducir el impacto de los plaguicidas usados en las fincas cítricas sobre las abejas.

En ausencia de polinizadores, el rendimiento de los cultivos puede ser 10% menor que los rendimientos con polinizadores, la mayor calidad y cantidad de frutas que se originan con la polinización son generalmente desconocidas o desestimadas.

La mayor parte de la producción comercial de girasol se efectúa en base a híbridos, que requieren polinización cruzada entre líneas que producen polen y líneas sin polen. Ello se realiza en base a la intensa actividad de la entomofauna polinizadora, donde se destaca la abeja melífera, representando cerca del 85% de los polinizadores, observándose también abejorros, megachíles o abejas cortadoras de hojas, xylocopas o abejas carpinteras y melissodes.

En nuestro país se han realizado numerosos trabajos referidos al comportamiento de las abejas en relación al cultivo de girasol. Los mismos han mostrado las variaciones que se presentan cuando se consideran las características genéticas del cultivo, la morfología del sistema floral y los distintos ecotipos de abejas en relación a la mayor o menor atracción que ejercen las plantas sobre los insectos.

También es importante mencionar que cultivos extensivos tan presentes en nuestro país como es el caso de la soja, arrojan incrementos en los rindes con la presencia de polinizadores que parten desde un 5%.

En la actualidad, desde el PROAPI, se comenzaron trabajos de investigación con abejorros en los cultivos de Pera y Manzana. En estos cultivos se conoce muy bien el efecto de las abejas melíferas en el rinde y calidad de los frutos obtenidos. Queda por evaluar la sinergia entre éstas y los polinizadores nativos manejados, en nuestro caso Bombus atratus, que por otro lado ya se conoce para el caso de otras especies de abejorros en distintos países.

Si nos comparamos con otros países de la región tales como Brasil o Chile tenemos la oportunidad de mejorar el trabajo conjunto entre industria, fruticultores y apicultores para aprovechar este potencial de mejora que existe en la polinización de cultivos en nuestro país.

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