Además, le robaron los boyeros solares y rompieron los eléctricos. Se llevaron garrafas y destruyeron instalaciones. No ha podido cuantificar las pérdidas por el desorden y los daños que dejaron a su paso los ladrones.
Natalí Spala tiene 29 años, se recibió de Técnica en Producción Agropecuaria y a los 17 años se anotó como comisionista de hacienda. Hace cinco años que alquiló un campo en las “Once bocas” de San Vicente, donde trabaja de lunes a lunes.
Ya había sido víctima de un robo similar el año pasado para esta misma época, en la que se concretan las ventas para las fiestas. En esa oportunidad también se llevaron lechones y los boyeros. Este año volvió a apostar al trabajo y redobló el esfuerzo; ahora ve con impotencia como tanto esfuerzo fue inútil.
La productora pidió la intervención de la policía, la Justicia nacional y provincial, el municipio de San Vicente y de sus pares de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) para que colaboren porque es imposible vender cien lechones sin dejar rastro.
