Luego de haber caído 2,2% en 2021, la actividad en las granjas avícolas subió 5,3% en el primer bimestre.
Así lo señala un informe del Instituto de Estudios (IERAL) de la Fundación Mediterránea, realizado en base a datos de la Dirección de Porcinos, Aves de Granja y No Tradicionales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Según el reporte, con datos parciales, en Buenos Aires el incremento fue del 14,6%; en Córdoba, del 7,5%; y en Río Negro, del 3,8%.
El alza nacional fue inferior a esas tasas debido a que Entre Ríos, que concentra el 51% de la faena, sufrió una contracción del 3,6%, lo mismo que Santa Fe, donde cayó 2,6%.
Menos precio, más actividad
El documento destaca que la baja en términos reales del precio del pollo al consumidor impactó positivamente en el consumo durante el segundo semestre de 2021, y que ese fenómeno continuó en el primer bimestre de 2022, con un incremento de 6,4%.
En concreto, “durante los últimos 12 meses, la carne de pollo destinada al mercado interno aumentó un 32%, de manera que en términos reales se abarató un 10% contra la suba del nivel general de precios”, indica el IERAL.
Así, esta baja en el precio real del pollo durante 2021 impactó positivamente en los incentivos para consumirlo y producirlo, aunque no alcanzó para que el consumo promedio de 2021 iguale al de 2020 (cayó de 46,3 a 45,6 kilos per cápita por año).
Ahora, el IERAL advierte que la fuerte suba que tuvo el pollo en marzo (15%), podría menguar este repunte de la demanda y la producción, aunque incluso con este incremento, la carne avícola aún se ubica a valores reales inferiores a los del primer bimestre de 2021.