US$ 68 por tonelada: el millonario impacto de la suba de fletes sobre la cadena agroindustrial

Según la cantidad de mercadería enviada al exterior, el costo por embarcar es un 63% superior al de 2021

US$ 68 por tonelada: el millonario impacto de la suba de fletes sobre la cadena agroindustrial

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que por el aumento en los fletes la cadena agroindustrial argentina enfrentará un sobrecosto de 1.850 millones de dólares para exportar la cosecha gruesa, especialmente soja, maíz y sus subproductos. Esta situación también elevará los costos de importaciones.

Flete de granos en Argentina

La pandemia de coronavirus, la paralización en los puertos de China a causa de restricciones ante un aumento de casos de COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania son eventos que impactaron en las cadenas globales de valor, entendidas como la organización transfronteriza de las actividades necesarias para producir, comercializar y disponibilizar bienes y servicios. En tanto, estas situaciones generaron un aumento en los costos de transporte.

Actualmente más del 10% de los buques de carga del mundo se encuentran atascados frente a las costas de China. Esta menor disponibilidad de buques en el mundo, sumado a la fuerte suba del precio del petróleo luego de que estallara el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania impactó fuertemente en los costos de los fletes. Esta situación afectó con más fuerza a Argentina que a otros países competidores como Brasil y Estados Unidos por la distancia que deben recorrer los buques.

El costo de embarcar granos y derivados es actualmente de hasta diez dólares por tonelada más caro que desde Estados Unidos y Brasil según el destino. Además, comparando con el año pasado, el costo del flete se incrementó entre un 50 y un 100%, dependiendo del destino. Según cuánta mercadería se envía a cada una de las regiones, el costo por embarcar este año es de 68 dólares por tonelada, cuando el año pasado (donde el costo del flete ya era elevado por las complicaciones que supuso la pandemia) era de 41 dólares por tonelada. Es decir que en doce meses este valor se disparó un 63%.

“De acuerdo con lo proyectado a embarcar en esta campaña, de mantenerse estos costos de fletes de carga a granel tendríamos un sobrecosto para exportar de casi US$ 1.850 millones. Lo que el año previo hubiera requerido alrededor de 2.900 millones de dólares, este año sería de 4.800 millones de dólares”, advirtieron desde la BCR.

Adicionalmente, el aumento de los fletes implica para Argentina un mayor costo para importar. El flete de las importaciones argentinas ha crecido un 43% interanual en promedio, con el grueso de las subas explicado por el costo logístico desde China, que creció más de un 300% en dos años (traer una tonelada de China costaba cerca de 150 dólares hace dos años, mientras hoy cuesta cerca de 600 dólares). Como consecuencia, importar los crecientes volúmenes de bienes y servicios hacia la Argentina costará 1.217 millones de dólares adicionales. 

Este marco de alzas de costos resulta complejo para unas reservas internacionales que ya se encuentran presionadas. Si bien los términos de intercambio se están fortaleciendo (es decir, los precios de exportación crecen por encima de los precios de importación), las cantidades importadas están creciendo por encima de las exportaciones. Las toneladas exportadas crecieron un 3,2% a nivel interanual en el primer trimestre de 2022, mientras las cantidades importadas mostraron una suba superior al 20,2%.

Volviendo la mirada al contexto internacional y pensando a futuro, el shock de oferta ocasionado por las interrupciones transitorias en las cadenas de suministro y el aumento del costo de fletes e insumos básicos, llega en medio de una aceleración inflacionaria global a raíz de las políticas monetarias expansivas aplicadas por los países centrales en el intento de paliar la crisis económica y social causada por la pandemia.

“Estamos alcanzando niveles de inflación no vistos en los últimos 40 años, con niveles mínimos de desempleo. La recuperación de la economía global desde finales del 2020 se explica mayormente por los esfuerzos fiscales y políticas monetarias laxas en el año 2020 y 2021. Al acercarnos al pleno empleo, la demanda creciente comenzó a hacer presión sobre una oferta que no se adaptó rápidamente a los cambios, generando dificultades en el abastecimiento global resultando en un incremento en los precios de los commodities y diversos insumos claves para muchas cadenas de suministro. La invasión a Ucrania, las sanciones económicas a Rusia y la política de COVID-cero en China añadieron dificultades a la oferta global presionando aún más sobre los precios. El aumento en el valor de los fletes marítimos se espera que siga impactando en la inflación de todo 2022. Por otro lado, el incremento en la inflación y el aumento en las tasas de interés podrían disminuir la actividad económica a nivel global, generando un riesgo creciente de estanflación (inflación con caída de la actividad económica)”, concluyó el informe de la entidad bursátil.

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