El filósofo participó del Congreso CREA y reflexionó sobre la filosofía como una ciencia que busca darle respuestas a situaciones de la vida cotidiana, como el amor y la amistad
El filósofo e influencer Eial Moldavsky dijo presente en el Congreso CREA –que se realiza entre el 14 y el de septiembre en el Predio Ferial de La Rural en Buenos Aires– y habló sobre la filosofía y las repuestas que esta ciencia busca dar a situaciones de la vida cotidiana, como el amor, la amistad o la angustia.
Además, celebró que en el evento se ponga foco en el trabajo grupal (bajo el término de “networkig”), ya que “las construcciones de identidad tienen mucho de colectivo”.
Eial Moldavsky en el Congreso CREA 2022
“Creo que la filosofía siempre tuvo cuestiones que tenían que ver con la vida, pero como toda carrera, tiene cosas que son más académicas. En este Congreso habrá cosas que la gente del campo conoce y que yo no entienda, pero después escucho hablar de la importancia que tiene el campo para el país, para las exportaciones, para la economía, para impulsar algunos aspectos y eso es algo que tiene que ver con el día a día, con lo cotidiano, cosas que uno sí entiende y la filosofía en eso es parecido”, analizó Moldavsky.
Y amplió: “Hay cosas que entenderán mejor los que tienen más tiempo en el claustro, pero hay muchas preguntas que la filosofía se hace y se hizo sobre el amor, la amistad, qué hacer cuando un amigo te suelta la mano, qué hacer cuando te rompen el corazón. Son cosas que la filosofía se pregunta y se ha preguntado desde siempre”.
Asimismo, el filósofo reflexionó sobre las formas de trabajo grupales, y observó: “Es muy difícil pensarnos individualmente sin hablar de los demás. No sé si existe una definición de nosotros sin pensar en cómo el resto nos ayuda, nos limita, nos complica, nos da una mano, nos resuelve, nos trae una idea que no teníamos. Es muy difícil construir sentido en soledad y está muy bueno que haya estos espacios de networking (trabajo en red, basado en compartir información y servicios entre personas) porque realmente las construcciones tienen mucho de colectivo”.
La pandemia –y la angustia que esta situación generó en las personas- fueron otros de los temas que abordó el influencer en una entrevista con los organizadores del Congreso CREA. Al respecto, señaló: “La pandemia nos movilizó emocionalmente y es muy difícil, para mí, pensar a la filosofía sin pensar la parte emocional y cotidiana. La pandemia atacó lo cotidiano y lo emocional y creo que la angustia es algo que aparece mucho cuando la rutina se frena. Si alguien no había tenido hasta ahora contacto con la angustia, que lo veo difícil, la pandemia definitivamente lo empujó y un poco creo que la idea es sacarle a la angustia el lugar de punto final y pensarla un poco más como algo inevitable desde donde también se puede llegar a construir”.
Y agregó: “Creo que el dolor muchas veces no se cura, pero se comparte. A veces uno no sale de la tristeza porque te dicen algo que te puso contento o te la resolvió, sino que simplemente con que te digan algo que te haga sentir menos solo, con que alguien en el mundo te transmita que también sintió esto que vos estás sintiendo, ya la cosa se afloja, se comparte y reparte”.
Consultado por su rol como filósofo –y tras bromear con el hecho de ser “hijo de” Roberto Moldavsky– el joven sostuvo: “Creo que soy una persona que está muy entrenada en la idea de quedarme pensando, de darle vueltas a algo, de no tenerle miedo a eso. Pero la pandemia me dio la posibilidad de acercar respuestas de la filosofía a preguntas que todos tenemos”.
“Creo que la filosofía habla y se pregunta mucho sobre la vida cotidiana, (Friedrich) Nietzsche tiene mucho sobre la amistad y la importancia de que tus amigos no te hagan quedarte en la versión que sos, sino que tensionen con vos para obligarte a cambiar y mejorar y sacar lo que no te gusta. Aristóteles también tiene la idea de que los amigos te tienen que revelar cosas virtuosas. Platón tiene muchísimo sobre el amor como una herramienta para conectarse con cosas que nos hacen bien”, concluyó Moldavsky.