Mucho ruido y pocas nueces, o pocos porotos. Nuevamente, la política marginó al campo en el armado de las listas para senadores y diputados nacionales. Así, la actividad parece haberse quedado con las manos vacías y atadas, para cambiar las cosas de fondo que necesita para desarrollarse. Sí hay más presencia de representantes del agro en listas provinciales y municipales. Tal es el caso de la Coalición Cívica (CC), que incorporó 24 representantes del agro.
Si bien los distintos partidos muestran orgullosos sus productores-candidatos a legisladores provinciales y concejales en las provincias, eso “no mueve el amperímetro de la realidad que se debe cambiar y es que es en el Congreso Nacional, donde se cuecen las cuestiones importantes del país, como los derechos de exportación”, dijeron por lo bajo aquellos que estuvieron cerca en los armados electorales.
Pero no solo fue el oficialismo del ex Frente de Todos, ahora Unión por la Patria, que dejó de lado al campo, que ya se sabe que no tuvo ni tiene “feeling” con el sector agropecuario, salvo cuando necesita de divisas e inventa un dólar soja para conseguirlas. Tampoco los partidos opositores, discursivamente afines al campo, mostraron una importante acción para incorporarlos de manera amplia en las listas nacionales.
Solo 6. En las listas de cada uno de los partidos en las diferentes provincias productoras, el listado de los posibles legisladores nacionales de extracción agropecuarias es exigua. Aparecen, con mayores o menores chances, Ricardo Buryaile (Formosa), Pablo Torello y Felicitas Beccar Varela (Buenos Aires), Gerardo Colotti (Santa Fe), Carlos Favarón (Chaco) y Luis Picat (Córdoba).
Al respecto, Nicolas Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), si bien hizo un mea culpa sobre responsabilidades pasadas de las gremiales empresarias del agro en el apoyo a los legisladores por parte de esas entidades, señaló que el compromiso mayor lo tenía la política que siempre se jacta de la importancia que tiene el campo en la economía del país pero se olvida en los momentos cruciales.
“Tenemos responsabilidades compartidas entre el sector y la política. Por nuestra parte, entendemos que no le dimos la contención necesaria cuando los legisladores fueron parte del Poder Legislativo, pero es la política la que tenía el deber de proponer. Pero siempre ve al poder como un medio de vida y no como un servicio. Se siguen cuidando de ser ellos mismos los que manejan las cosas y dicen que cada uno haga lo suyo: el campo que siga produciendo y nosotros sigamos en el poder. Repito, la política no puede seguir siendo un medio de vida”, le dijo al diario La Nación.
“Inconcebible”. Para Pino, es preocupante que esto continúe como siempre. “Te ponés a rastrear y en las primeras filas como candidatos legislativos nacionales no aparece nadie del sector. Y es en el Congreso donde se toman las decisiones importantes, al margen de qué partido esté en el Poder Ejecutivo. Al campo se lo considera el sector más dinámico de la economía del país y no se lo tiene en cuenta a la hora de que forme parte de las discusiones políticas que se van a poner en marcha, es inconcebible”, se quejó.
“Prefirieron seguir con la rosca política que la productiva. Se priorizó la política partidaria y los cargos. Nunca tuvimos consultas ni propuestas de nadie para proponer a gente del sector. Lamentablemente el campo quería jugar, quería meterse en el barro político, pero no hemos encontrado apoyo de los partidos. Pero no nos vamos a dar por vencidos y vamos a seguir insistiendo”, remarcó.
Reconciliarse. Por su parte, Germán Paats, presidente de la Fundación Barbechando, opinó que “el campo tiene que aprender a trabajar de la mano de la política y la política de la mano del campo”. Agregó: “Si no cortamos con el divorcio manifiesto, nos resultará muy difícil sacar la Argentina adelante”.
En tanto, Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), coincidió que el posicionamiento en las listas “sigue siendo una materia pendiente”.
En la misma línea, Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), coincidió que fue poca la participación de productores a nivel nacional. “Hay muchas quejas y opiniones. Me hubiera gustado ver mucha más participación. Tengo la sensación que queda mucho en las reuniones y encuentros, pero cuando llega el momento de ir a jugar el partido de la política, es muy poca la gente que decide avanzar por ese camino”, subrayó.
Un ejemplo claro del tratamiento de la política a los dirigentes del agro se da en la provincia del Chaco, donde en Juntos por el Cambio se llegó a una lista de unidad y esa decisión dejó al margen a un candidato a legislador agropecuario. Carlos Favarón es productor de Charata y quedó en 3º lugar en la lista de diputados nacionales, cuando solo en ese distrito se eligen tres bancas.
“He quedado tercero en lista. Tendría que ser catastrófico para el kirchnerismo y que pierda con menos del 22% para que yo entre. Es la realidad, pero llegando desde el sector productivo de una provincia del norte considero que es todo un logro”, sostuvo.
“La política nos traficó, nos usó, pero no nos dio espacio. La clase política necesitó de nosotros para nombrarnos en sus discursos, pero a la hora de ser parte de ella nos dejó de lado. No voy a entrar, aunque tenía ganas de estar ahí, peleando por el sector. Pero voy a seguir adelante, construyendo y trabajando por un proyecto productivo a futuro”, añadió.
Buenos Aires. Por su parte, Pablo Torello, productor de Bragado y actual diputado nacional por el PRO en Juntos por el Cambio, por la provincia de Buenos Aires, forma parte de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara baja.
Ahora es candidato a reelegir en cargo por la lista de Patricia Bullrich por ese distrito en el puesto número 11 que, tras las PASO, cuando se integren ambas listas, con suerte quedará en lugar 20, con muy pocas posibilidades de entrar, en un distrito que renueva 35 bancas.
Unos puestos más adelante, ubicada en el 8º lugar de misma coalición, está Felicitas Beccar Varela, actual senadora bonaerense, quien trabajó en varios proyectos del sector. Con la integración de ambas listas solo estaría unos lugares más adelante que Torello, aunque su destino es incierto.
Queja. “Esta vez el campo no está representado en las listas, la política se olvidó una vez más del campo. Al sector agropecuario hay que tenerlo en cuenta siempre, no solamente cuando hay problemas económicos, se necesitan de las divisas y se lo mira como proveedor de recursos para sacarle plata”, se quejó Torello.
Para el diputado, el campo debe tener representatividad para lograr esas leyes que necesita, que le dé previsibilidad y estabilidad, al margen del partido político que gobierne. “Todo pasa por el Congreso y por eso es importante que el campo esté representado por gente que conoce el sector y el expertise para moverse dentro del recinto y pujar por las leyes que necesita el campo. Con esto, está más que claro que no hay interés en la política de tener representantes del sector”, se lamentó.