Maquinaria agrícola: empresas de Córdoba insisten en una ley que priorice la fabricación nacional

Las empresas de maquinaria agrícola, nucleadas en la cámara argentina de fabricantes (Cafma), volvieron a reclamar la necesidad de sancionar una ley que promueva la producción nacional.

Las empresas de maquinaria agrícola , nucleadas en la cámara argentina de fabricantes (Cafma), volvieron a reclamar la necesidad de sancionar una ley que promueva la producción nacional.

Más allá de la coyuntura por la que atraviesa la actividad, afectada por una fuerte caída en la producción y en las ventas, como consecuencia de la sequía y las restricciones de financiamiento, los empresarios consideran que avanzar con el tratamiento legislativo del proyecto puede traer certezas para el futuro.
La iniciativa, que ya está en el Congreso, pero se encuentra frenada en su tratamiento legislativo, cuenta con el apoyo de las cámaras provinciales, entre ellas, la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y de Agrocomponentes de Córdoba (Afamac) y sus pares de Buenos Aires y de Santa Fe.

En Agroactiva, la muestra agropecuaria que se desarrolló entre el 7 al 10 de junio en Armstrong (Santa Fe), los industriales del sector visibilizaron su campaña de apoyo al marco legal que busca incentivar la producción de equipos en el país.

«La ley es simple, lo que se busca es identificar el contenido importado máximo o el contenido nacional mínimo que un producto tiene que tener para ser considerado fabricado en Argentina», aseguró Eduardo Borri, titular de la entidad nacional, durante una conferencia de prensa realizada durante la exposición.

El empresario, titular de la empresa Metalfor, estuvo acompañado por Luciana Mengo, presidenta de Afamac; Néstor Cestari, en representación de las empresas de Buenos Aires; Mirko Dascanio, presidente de la Asociación Santafesina de Industriales de la Maquinaria Agrícola), y Enrique Bertini, también de esa entidad.

Ley de maquinaria agrícola: promoción de la industria nacional
«Necesitamos contar con esta ley para seguir promoviendo la fabricación nacional, que es el sector genuino que genera empleo e inversiones», sostuvo Mengo.

Determinar de manera concreta el porcentaje de componentes a partir del cual un producto será considerado de fabricación nacional no tiene ningún costo fiscal para el Estado, aseguran sus precursores.

Con la ley, lo que busca la industria nacional es que el financiamiento a tasas promocionales, como sucede por ejemplo en Brasil y en Francia, según precisó Cestari, sea destinado a productos made in Argentina.

En Brasil, por ejemplo, las líneas del financiamiento del Bnade para maquinaria agrícola (Finame), a tasas subsidiadas, solamente están disponibles para las fábricas que producen en su territorio.

Prioridad en el financiamiento para productos nacionales

Con esa certificación, a la que Borri comparó con un DNI, las empresas fabricantes también podrán acceder en el futuro a un recupero del IVA por las inversiones realizadas y a una amortización más acelerada de esas erogaciones.

La idea de tener ese DNI, agregó el dirigente empresario, es además que las fábricas puedan ir un banco oficial para solicitar financiamiento para comercializar sus productos.

«Hoy el grueso de los créditos que otorgan los bancos oficiales va para financiar actividad en el exterior. Queremos que el dinero de los argentinos sea para los argentinos», admitió.

Recientemente, el Banco Nación lanzó una operatoria por $ 60 mil millones para la compra de maquinaria agrícola con una tasa en pesos del 59%, muy por debajo de la inflación con el subsidio del Estado y también de las empresas.

Según el cálculo de Cafma, de ese monto apenas $ 14 mil millones se quedan en el país y el resto se va a maquinaria importada.

Más mano de obra para la industria nacional

Los fabricantes locales proyectan que sólo por la necesidad de sustitución de importaciones de componentes que deberían hacer las empresas que hoy traen agropartes desde el exterior, para cumplir con la certificación de industria nacional, se podrían crear 30 mil nuevos puestos de trabajo en el sector.

Precisamente, el mantenimiento de la mano de obra, en el actual contexto de caída en la producción de las empresas, comienza a encender luces amarillas.

Si bien por el momento se descartan despidos (el sector incorporó 40% más de trabajadores en los últimos cuatro años), la reducción de jornadas laborales, en algunos casos, y el corte de horas extras y de trabajos tercerizados comienzan a tomar cuerpo en las fábricas. «Tenemos un compromiso social con los trabajadores. El despido siempre será el último recurso» reconoció Borri.

Mientras aguardan que los pronósticos climáticos (en especial, la llegada de lluvias) estimulen la siembra de granos de invierno, sobre todo el trigo, la actividad muestra una fuerte caída en las ventas.

En el primer trimestre, por ejemplo, el mercado nacional de sembradoras se redujo 49% en relación con un año atrás. Hay segmentos dentro de los implementos agropecuarios con retracciones que rondan el 80%.

Ley de maquinaria agrícola: cómo viene su análisis en el Congreso

El proyecto de ley se encuentra en la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados y espera también su análisis en las de Agricultura y de Presupuesto.

«Hay voluntad, el problema es que la campaña (electoral) hace que la política se divorcie de la gente. Si las fábricas nuestras estuvieran en el Congreso y nuestro producido fueran leyes, ya tendríamos que haber cerrado, porque se saca una ley cada tanto», se quejó Borri, quien admitió la necesidad de ser «inteligentemente egoístas» para que los recursos vayan en primera instancia a financiar lo producido en el país.

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