Investigadores Argentinos y Británicos avanzan en el estudio del patógeno ramularia collo-cygni que afecta la cebada

Descubren alta adaptabilidad de patógeno Rcc en cebada, desafiando control a largo plazo en Argentina.

 Un equipo de investigación formado por especialistas del INTA, la UBA y el Scotland Rural College del Reino Unido, ha realizado importantes descubrimientos sobre el patógeno Ramularia collo-cygni (Rcc), conocido por causar el salpicado necrótico en la cebada, una de las principales amenazas para la producción de cebada cervecera a nivel mundial.

El estudio, publicado en la revista Plant Pathology, revela que Rcc presenta una alta capacidad de adaptación, lo que representa un desafío significativo para la sustentabilidad de las medidas de control a largo plazo. Esta adaptación podría limitar la efectividad de las estrategias actuales contra este hongo, que ya ha demostrado una variabilidad genética preocupante.

Ignacio Erreguerena, investigador del INTA Manfredi y autor principal del estudio, explicó que se utilizó la caracterización de la variación genética de Rcc en Argentina mediante marcadores moleculares, comparándola con poblaciones de la República Checa y Escocia. Los resultados mostraron que aunque la variabilidad genética del patógeno en Argentina es menor que en las poblaciones europeas, indicando un posible «cuello de botella genético» al ingresar al país, el patógeno podría estar aún en un estado de establecimiento y emergencia.

La investigación sugiere que numerosos ingresos del patógeno a Argentina podrían haber ocurrido, probablemente debido al intercambio de semillas entre regiones productivas, lo que aumenta el riesgo de que este patógeno se establezca más firmemente en el futuro. Erreguerena advierte que las medidas de control químico actuales pueden no ser sostenibles a largo plazo, debido a la detección de aislamientos con mutaciones que generan resistencia a los principales fungicidas.

Eduardo Guillín, de la Agencia de Extensión Rural Quines del INTA San Luis, destacó la importancia del análisis comparativo de la variabilidad genética, que permite predecir la capacidad de adaptación del patógeno y estimar la sustentabilidad de las medidas de control aplicadas. Según Guillín, es crucial realizar investigaciones adicionales sobre la estructura genética del Rcc para desarrollar estrategias de manejo más efectivas que incluyan el desarrollo de variedades resistentes, la rotación de cultivos y la aplicación de medidas de control biológico.

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