Tras llegas a cotizar a cerca de $1.000 el kilo vivo, los valores de novillitos y vaquillonas bajaron y se estabilizaron alrededor de los $850. Este descenso, 15 días después de la disparada le da la razón a una frase común, entre los operadores del negocio ganadero que, respecto del precio de la hacienda vacuna y su posterior traslado a los mostradores, sostiene que “el límite lo pone la calle”.

De acuerdo con el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), la fuerte suba de valores que registró la hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) comenzó a encontrar un freno en los valores que se trasladan al público en góndolas y carnicerías.

En menos de un mes -en el primer remate del MAG luego de las PASO-, vaquillonas y novillitos se dispararon y llegaron a casi $1.000/kg vivo. “Parte de esta suba responde al retraso de valores que venía sufriendo la hacienda en los últimos meses y parte, obviamente, refleja el efecto de la devaluación del peso luego de las elecciones primarias”, dijeron desde el Rosgan.

Para atrás. Paralelamente, el ganado de consumo pasó de $680 a $950/kg vivo el kilo, situación que se trasladó a los mostradores de las carnicerías y las góndolas de los supermercados. La devaluación dificultó que los consumidores avalaran estas subas y los valores tuvieron que retroceder en los corrales del MAG.

En este contexto, el precio de la media res que llegan a las carnicerías también sufrió vaivenes. Según operadores del negocio ganadero consultados por Infobae, en plena suba de la hacienda, el kilo de media res llegó a superar los $2.000.

 

 

A partir de las bajas de la hacienda en el MAG, también comenzaron a venderse a las medias reses a carniceros con rebajas de hasta $200 por kilo. Por este motivo, en muchas carnicerías donde el kilo al público había superado los $3.000, bajaron hasta llegar a los $2.600.

Pesadez. Al respecto, el Rosgan reporte de noticias semanal indicó que “en los últimos días se ha observado una especie de movimiento rebote (hacia abajo) en los valores de la hacienda en pie, ante la pesadez de las ventas”, precisó.

De los $950/kg vivo a los que llegó a venderse la hacienda en los últimos días, en las últimas horas los valores comenzaron a estabilizarse en torno a los $850 para novillitos y vaquillonas.

Pese al impacto de estas oscilaciones, en el Rosgan consideran que si se miden contra el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, los valores de agosto solo corresponden a una corrección que permitió compensar el retraso que la actividad tenía desde fines de 2022.

Consumo en baja. Además, consideraron que “en este contexto de presupuestos acotados y elevada inflación, es altamente probable observar una caída en el nivel de consumo, que contribuya a frenar aún más la suba de precios, incluso en un escenario de menor oferta de carne, como el que comienza a plasmarse”.

Paralelamente, un dato que llamó la atención del Rosgan fue la moderada caída que, entre julio y agosto, se registró en los stocks de los “feedlots”, que no superó el 2%.

Retención. “Ante la suba del precio del ternero, muchos ‘feedlots’ optan por retener y seguir cargando kilos a la hacienda encerrada, en lugar de tener que reponer ese ternero a una relación que actualmente resulta un 20% más cara”, señalaron.

Por otra parte, las últimas lluvias, también permitirán a los invernadores soportar una mayor carga en sus campos. Así, tanto en los corrales de engorde como en los campos ganaderos, todo parece indicar que habrá una mayor retención de animales, situación que podría presionar sobre la oferta de carne en los próximos meses, con su correlato en los precios de la hacienda y de los cortes vacunos al público.