Juan Zingarin

Las cámaras, alarmas y barrera que instaló la familia Zingarini en su campo de Casilda para prevenir robos, no fueron suficientes para evitar el golpe. La ola de delitos rurales se multiplica en esa región del sur de Santa Fe y esta vez les tocó a ellos. “Ayer al mediodía recorrimos el campo y estaba todo bien, y esta mañana cuando volvimos encontramos el boquete y descubrimos que habían entrado”, contó Juan, cuarta generación de productores agropecuarios que desde que finalizó sus estudios secundarios, hace siete años, se dedica plenamente a las tareas rurales.