Sorgo y/o Maíz: qué tener en cuenta en el retraso de la fecha de siembra ante la escasez de precipitaciones

El ingeniero Carlos Gabriel Simón, de la Agencia de Extensión rural de INTA General Pinedo e integrante del equipo de producción vegetal de la Estación Experimental INTA Las Breñas, actualmente coordina las redes de Evaluación de híbridos de los cultivos de Sorgo Granífero y Maíz de la Región NEA. Nos comenta sobre qué tener presente al momento de pensar en las siembras tardías de los cultivos de sorgo y/o maíz en el sudoeste del Chaco. Frente a la escasa ocurrencia de precipitaciones en la región, es una realidad el retraso de la fecha de siembra para los cultivos estivales. Por tal, la pregunta que surge es hasta qué fecha podría sembrar los principales cultivos extensivos de la región.

Retraso en la fecha de siembra

El retraso de la fecha de siembra en los principales cultivos estivales para el sudoeste del chaco provocaría un impacto en el rendimiento final, ya que disminuye el potencial de rendimiento de los mismos, debido a la menor oferta de recursos como radiación y temperatura que influyen en la disminución del crecimiento de los cultivos en general, sumado a la baja recarga de agua en los perfiles de los suelos, siendo este un factor limitante de rendimiento potencial de los cultivos. Para el caso del Sorgo y Maíz, el retraso en la fecha de siembra, impacta en dos períodos claves para la generación del rendimiento, que son: los días alrededor de la floración (período crítico) y la etapa de llenado de granos. Al retrasar la fecha de siembra, la menor oferta de recursos coincidente con las etapas de mayor demanda por parte de estos cultivos impactará en la disminución del potencial de rendimiento. Frente a esta situación, es importante tener presente algunas consideraciones al momento de pensar en ambos cultivos.

Elección de híbridos: ciclo y humedad a cosecha

De los resultados obtenidos de los ensayos de Evaluación de híbridos de maíz se observó que la fecha de siembra en la cual se exploraron los máximos rendimientos en maíz se obtienen desde el 20 de diciembre al 10 de enero, siendo en el cultivo de sorgo algo similar, aunque está sujeto al ciclo del híbrido ya para este cultivo existe un contraste mayor entre materiales para los días a floración, pudiendo adelantar la fecha de siembra hacia fines de noviembre en los ciclos largos y retrasar hacia fines de enero los ciclos más cortos. En ambos cultivos la elección del híbrido juega un papel fundamental, por un lado, por el ciclo (madurez relativa para maíz) y por otro la posibilidad de anticipar la cosecha con baja humedad del grano cosechado. En maíz, los híbridos de madurez relativa más baja y de alta tasa de secado de grano, posibilitaría una cosecha “oportuna”, que evite el mayor impacto de una posible helada temprana que afecta el normal llenado de granos y el menor tiempo del cultivo en el campo, que posibilita la exposición a factores como enfermedades (de caña y espiga por ejemplo) y presión del viento que pueda ocasionar “quiebre de caña”, disminuyendo el stand final de plantas a cosecha y con ello la disminución del rendimiento final del cultivo. De los ensayos comparativos de rendimiento, se observó una diferencia de al menos 3 puntos (grados) de humedad de diferencia entre híbridos de alta y baja humedad a cosecha, siendo un factor que generalmente depende del híbrido en sí. En cuanto al cultivo de sorgo granífero, la elección de híbridos según el largo del ciclo y tipo de panoja, serían parámetros a tener presente para disminuir el impacto del retraso de la fecha de siembra. Los ciclos largos, presentan de 70 a 80 días a floración mientras que los ciclos cortos o intermedios cortos reducen los días a 60 a 65 días, y si bien los ciclos más largos presentan mayor potencial de rendimiento ante la posibilidad de una helada temprana, se vería afectado el llenado de granos, provocando el final del llenado. Frente a esta situación los ciclos más cortos, posibilitan un menor riesgo de ser afectados en el periodo de llenado de granos dando estabilidad en el rendimiento, aunque con menor potencial. Si bien, las condiciones de llenado de granos son menos favorables en siembras tardías y consecuentemente el peso final de los granos (granos más livianos), optar por ciclos más cortos posibilita completar la etapa de llenado de granos frente a los ciclos más largos.

 

Templado vs Tropical en maíz

Tal como se menciona antes, el potencial de rendimiento esperado será menor con el retraso de la fecha de siembra. En este sentido, a igualdad de condiciones de manejo la caída del rendimiento es menor en germoplasmas templados que en aquellos más tropicales cuando se retrasa la fecha de siembra en el cultivo de maíz. Si bien los germoplasmas tropicales pueden ser más eficiente en la intercepción de la radiación, los germoplasmas templados son más eficiente en la conversión. Con lo cual, optar por híbridos templados, con alta tasa de secado de grano y estables en el rendimiento, sería una opción ante esta situación. Por otra parte, híbridos de menor potencial, pero de baja madurez relativa, posibilita disminuir el posible impacto de una helada temprana sobre la duración de llenado de granos, logrando llegar a madurez fisiológica o logrando un mayor porcentaje de llenado frente a otros de mayor duración.

Rocío azucarado de la panoja de sorgo “ERGOT”

Una de las consecuencias de retrasar la fecha se siembra en el cultivo de sorgo, es la posible infección con “Ergot”. El “Ergot”, es una enfermedad causada por un hongo que se introduce en la etapa de floración y se expresa hacia llenado de granos, siendo proclives a infectarse en fechas de siembra de fines de enero y primeros días de febrero. En este sentido, los ciclos más largos, debido al largo de días a floración aumentan la probabilidad de infección, ya que a medida que los días son más “otoñales” (temperaturas más bajas y alta humedad relativa) son condiciones favorables para su desarrollo. Tener en cuenta lograr un buen stand de plantas con densidad adecuada que no posibilite la aparición de “macollos”, ya que este florece un tiempo después que la panoja principal y ese desfasaje en la floración posibilita la infección con este hongo en floraciones posteriores. Entre los tipos de panojas, existen los de panoja compacta, semicompacta y laxa, estas últimas posibilitan una mayor tasa de secado del grano, debido a que permite una mejor circulación de aire en la panoja, siendo posible la cosecha con baja humedad. Tener presente que anticipar la cosecha posibilita menor impacto del ataque por aves. En ambos cultivos tener presente la recarga del perfil y el cultivo antecesor, siendo aquellos lotes con barbecho largo los que posibilitan hacer frente con mayor contenido de agua útil al momento de la siembra. Tener en cuenta el potencial, estabilidad y adaptabilidad de los híbridos, siendo una opción más segura, aquellos que sean más estables en el rendimiento ante variaciones en la oferta ambiental.

Retrasar la fecha de siembra, no es tan malo

Las altas temperaturas alcanzadas en el suelo, puede provocar muerte prematura de plántulas, con lo que el retraso de la fecha de siembra posibilita disminuir el impacto sobre el stand de plantas inicial, siendo este un componente importante del rendimiento. Asimismo, fechas de siembra de fines de diciembre constituye un riesgo por el impacto de los golpes de calor, provocando estrés térmico que se agudiza con las condiciones de sequía, siendo la combinación de ambos muy perjudicial. Es por ello, que bajo las condiciones ambientales que se presentan en la actual la campaña, el retraso de la fecha de siembra para los cultivos de sorgo y maíz posiblemente constituye un menor riesgo que las fechas más optimas.

Fuente: INTA por Carlos Gabriel Simón

Productores argentinos llevan vendido 80,6% de la producción de soja

Los agricultores argentinos vendieron hasta la semana pasada el 80,6% de la soja
de la campaña 2021/22, cuya producción fue de 44 millones de toneladas, apenas por detrás del 82,4% que se había registrado en la misma fecha de la temporada anterior, informó la Secretaría de Agricultura.

Entre el 12 y el 18 de enero, los productores de Argentina el mayor exportador global de derivados de la oleaginos comercializaron 42.000 toneladas de soja, una de las cifras semanales más bajas registradas en los últimos meses.

 

La cifra se registra luego de que en diciembre haya regido una cotización del dólar diferencial más rentable para los productores de soja en Argentina, que finalizó el 30 de diciembre. Esto ayudó a alentar las liquidaciones agroexportadoras y a reforzar las reservas del banco central (BCRA).

Con respecto al maíz de la cosecha 21/22, se lleva vendido el 76,3% de los 59 millones de toneladas que se cosecharon, según el último reporte oficial publicado el martes. Esta cifra se encuentra por debajo del 78,5% que se llevaba vendido en la misma época durante el ciclo 20/21.

La siembra de maíz del ciclo 2022/23 comenzó en septiembre en el país austral, el tercer exportador mundial del cereal, donde la primavera, que fue la más seca en los últimos 35 años según la Bolsa de Comercio de Rosario, golpeó el desarrollo de los granos sembrados.

Con respecto al trigo, hasta la semana pasada se habían vendido 6,9 millones de toneladas de la campaña 2022/23, que representa el 51,8% de la producción total prevista. Como consecuencia de la sequía, el Gobierno estimó que la cosecha de trigo 22/23 sería de solo 13,4 millones de toneladas. Sin embargo, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC), la falta de agua irá disipándose con el correr del verano austral.

Fuente: Reuters

Trigo: las exportaciones comenzaron con el peor registro desde 2015

De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario, en diciembre se exportaron 1,52 millones de toneladas, y en la primera quincena de enero, los despachos retrocedieron un 82% interanual

Los efectos de la seca ya empezaron a percibirse en el comercio exterior granario de la campaña 2022/23. De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en diciembre del año pasado se exportaron 1,52 millones de toneladas de trigo, que fue el segundo peor registro en volumen desde 2015.

“La caída del 50% en la producción de trigo 2022/23, sumado a las DJVE acumuladas por 8,9 millones de toneladas a la fecha, están ejerciendo presión sobre el comercio exterior argentino”, advirtieron desde la bolsa rosarina.

MIRA: El trigo 2022/23 cerró un balance con todos sus números en rojo

La tonelada de trigo se exportó con un valor FOB de U$S 355 por tonelada, por encima de los US$ 277,1 que se pagaban en diciembre del 2021. “Los precios unitarios promedio de exportación del trigo son los mayores registrados desde 2002”, señalaron.

Las exportaciones de harina de trigo, por su parte, finalizaron el año comercial 2021/22 en 440.000 toneladas, un 29% por debajo en comparación a la campaña previa. .” A lo largo del año comercial que pasó, la performance exportadora de la harina se ha mostrado dispar, aunque disminuyendo continuamente desde el segundo semestre de 2022″, remarcaron.

UN ENERO CON NÚMEROS EN ROJO

En la primera quincena de enero, los embarques de grano fueron por 250.000 toneladas, un 82% por debajo en la comparativa interanual. En este contexto, el dato a tener en cuenta es que los stocks relevados para inicios de enero de 2023 están un 50% por debajo del año anterior. Para encontrar un volumen embarcado inferior al actual, hay que remitirse al 2014.

Los bajos rindes, con una campaña que no superó las 13 millones de toneladas, quedó en evidencia al cotejar el reducido volumen que presentaron las existencias en plantas de acopio, industria y exportación al 1 de enero de 2023.

De esta manera, las 6,7 millones de toneladas que informó la Secretaría de Agricultura representan casi la mitad del registro del año pasado, que fue de 12,1 millones. Además, se encuentra un 14% por debajo del promedio de los últimos cinco años, que se ubicó en 7,8 millones de toneladas.

Avanza la cosecha de girasol con una importante merma en los rindes

Avanza la recolección de cuadros sobre el norte del área agrícola. A la fecha, el avance nacional de cosecha cubre el 13,9 % del área apta, marcando un progreso intersemanal de 4,2 p.p. El rendimiento medio se ubica en 15,3 qq/Ha, permitiendo acumular una producción parcial de 422 mTn. Con respecto a los cuadros aun en pie, el 75 % informa una condición de entre buena y normal, 2 p.p. por debajo de la semana previa.

La cosecha en el NEA alcanzó el 89% del área cosechable entregando un rendimiento medio de 16,4 qq/ha. Sobre el Centro-Norte de Santa Fe el déficit hídrico generó mermas significativas en los rendimientos registrados hasta la fecha. El mismo se ubicó en 12,9 qq/ha, un 43 % por debajo al rendimiento medio de la campaña 2021/22 (Rendimiento medio 2021/2122: 22,8qq/ha) y una caída de 9.1 p.p con respecto al promedio de las últimas cinco campañas (Rendimiento medio U5C: 22,04qq/ha).

Por otro lado, en el Norte de La Pampa- Oeste de Buenos Aires, donde algunos cuadros ingresan a la etapa de llenado de grano, el 90% del área registrada se encuentran en condición hídrica optima/adecuada

Finalmente, en los núcleos productivos del sur de las provincias de La Pampa y Buenos Aires, la oleaginosa continua en floración, mientras los más adelantados se encuentran en llenado de grano. Sobre el Sudeste de Buenos Aires el 84% del área informa una condición de cultivos entre buena y normal, mientras que hacia el Sur de La Pampa y el Sudoeste de Buenos Aires un 16% de la superficie informa una condición hídrica regular.

Fuente: Bolsa Cereales de Buenos Aires

Sequía: advierten que será la peor campaña agrícola de las últimas cinco

Así lo advirtió un informe de la Bolsa de Cereales, que advirtió que la campaña 2022/2023 se caracteriza por atravesar un escenario complejo, en el cual la producción de los principales granos sufrirá recortes significativos.

 La sequía que afecta a más de la mitad del territorio nacional provocaría que los niveles de producción agropecuaria se ubiquen este año por debajo de la campaña 2021/2022 y del promedio de las últimas cinco campañas, especialmente de trigo.

Así lo advirtió un informe de la Bolsa de Cereales, que advirtió que la campaña 2022/2023 se caracteriza por atravesar un escenario complejo, en el cual la producción de los principales granos sufrirá recortes significativos, desde las proyecciones efectuadas en el lanzamiento de la campaña gruesa, en septiembre último.Esa complejidad está dada por motivos climáticos, aumento de los precios de los insumos y políticas que, en conjunto, «modifican la decisión de los productores», según el informe.

Pero el prolongamiento del fenómeno «La Niña», que ocurre por tercera campaña consecutiva, «ha agravado aún más la situación dificultando el proceso de siembra, el desarrollo de los cultivos junto al área apta para cosechar, provocando caída en los rendimientos potenciales», alertó la Bolsa.

En ese sentido, puntualizó que la etapa productiva de los cultivos de invierno ya se encuentra definida y dada la sequía, los niveles de producción se ubicarían por debajo de la campaña anterior y del promedio de las últimas cinco campañas.

La sequía también afecta a los cultivos de verano por lo que el panorama de los próximos meses es aún incierto para la soja, el maíz y el girasol , agregó.
La Bolsa de Cereales señaló además que si bien se han registrado algunas lluvias en las zonas productoras durante las últimas semanas, fueron insuficientes, porque se ubican por debajo del promedio de los últimos años.

Así, la entidad reseñó que desde septiembre último los niveles de producción de cebada y trigo sufrieron recortes de 1,2 y 5,1 millones de toneladas respectivamente, concluyendo con una producción de 3,8 millones y 12,4 millones.

En términos generales, indicó que la ausencia de precipitaciones a lo largo de la campaña, junto a las reiteradas heladas en momentos críticos para la definición de los rendimientos, provocaron mermas y pérdidas de área cosechable: el Centro-Norte y Sur de Córdoba y el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, son las regiones más afectadas.

Asimismo, durante el inicio de la implantación de trigo, la falta de humedad superficial sobre el centro-norte del área agrícola no permitió completar los planes de siembra, dejando fuera de la campaña 2022/23 unas 600.000 hectáreas de trigo concentradas, principalmente, sobre el NOA, NEA, Centro-Norte de Córdoba y Santa Fe y el Núcleo Norte.

La entidad advirtió que la caída de la producción de granos implica una reducción de las exportaciones, de la recaudación impositiva vinculada al sector y de su aporte al PBI.

Brasil va por otro récord con el trigo: de principal comprador de Argentina a posible competidor

En el país vecino, la cosecha se acercará a las 10 millones de toneladas y estará por primera vez muy cerca de la producción argentina. El objetivo que persiguen es exportar más y ser autosuficientes.

Cuando se analizan los indicadores del trigo en Argentina, el rol de Brasil siempre es preponderante: aunque nuestro país logró diversificar sus mercados de exportación, el gigante sudamericano sigue siendo su principal comprador.

Anualmente, Brasil importa unas seis millones de toneladas del cereal y casi todas las adquiere en Argentina: hoy representa entre un 50% y 60% del comercio exterior de trigo promedio de los últimos años, pero hace una década, cuando el mercado del trigo estaba más intervenido y la cosecha en Argentina era baja, llegó a ser casi el único destino.

Por ello, los cambios que están ocurriendo en la producción triguera de Brasil encienden una señal de advertencia: por ahora, es probable que siga demandando el grano a Argentina, pero en un futuro podría lograr el autoabastecimiento y ya no requeriría de importar.

UN RÉCORD

Un informe elaborado por técnicos del INTA Pergamino hace foco precisamente en esta situación, partiendo de los números de la campaña 2022/23, en la que Argentina terminará con un desplome productivo, a contraposición de Brasil que marcará un nuevo récord.

En concreto, a nivel local el INTA utilizó como base las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que marcan una cosecha apenas por encima de las 12 millones de toneladas, un 56% por debajo del año pasado y 36% menos que el promedio de los últimos cinco años, con los peores rindes desde 2008.

Al otro lado de la frontera, Brasil está finalizando una cosecha histórica: la siembra fue la más grande en 32 años y bordeará las 10 millones de toneladas, un 24% más que la temporada pasada y la mejor cifra de su historia.

“Brasil está batiendo un récord en la producción de trigo, considerando también el alto nivel de interés de los agricultores en invertir en este cultivo. Los productores brasileños aumentaron un 12% el área sembrada este año debido a la interrupción del suministro mundial provocada por la guerra en Ucrania”, subraya el reporte del INTA.

AUTOSUFICIENCIA

Un aspecto que vale tener en cuenta es que Brasil no encuentra conflictos entre exportar e importar un producto que genera localmente.

En 2021, por ejemplo, cosechó 7,7 millones de toneladas, exportó 2,1 millones e importó 7 millones, más del 70% de Argentina.

La apuesta brasileña es reducir la dependencia de las importaciones y aprovechar oportunidades comerciales para colocar más trigo, a mejor precio, en el exterior. En resumidas cuentas, la estrategia es exportar más trigo y a precio alto, con la expectativa de importar menos y más barato en la temporada alta cerealera del hemisferio sur.

Inevitablemente, si Brasil logra crecer en cosecha y exportar más, podría no solo dejar de ser el comprador más importante de trigo argentino, sino también un nuevo competidor en el mercado mundial.

La ventaba que tiene en tal sentido es que “dado que Brasil cosecha la mayor parte de su trigo entre los meses de agosto y noviembre; es decir, varias semanas antes que Argentina y Australia (los mayores exportadores del hemisferio sur), puede aprovechar oportunidades comerciales que están fuera del alcance de estos dos países más australes”, subrayan desde el INTA Pergamino.

Mientras tanto, pensando en los próximos 10 años, Brasil está invirtiendo para volverse autosuficiente, aumentando su área sembrada, producción y rendimiento.

El desarrollo de nuevas variedades por parte de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), ha permitido a los agricultores brasileños cultivar trigo adaptado a las condiciones tropicales del bioma cerrado, donde los productores tradicionalmente siembran maíz y soja.

Esto incluye un potencial de producción de un millón de hectáreas en sistema de riego y la incorporación de otros 2,5 millones de hectáreas en sistema de temporal, duplicando el área sembrada actual de tres millones de hectáreas.

Soja y maíz sofocados: las pocas lluvias que se pronostican están lejos de la región pampeana

El informe climático semanal del INTA es desalentador para la situación de sequía que al país. Solo habría precipitaciones de consideración en el NOA, NEA, Cuyo y centro de la Patagonia.

Maíz temprano en malas condiciones en la zona de Carlos Tejedor. (Dante Garciandia)

Las temperaturas que superaron los 40° C durante todo el fin de semana en diversas zonas del país fueron otro golpe climático para gran parte de los territorios agrícolas donde los cultivos extensivos, principalmente maíz y soja, buscan algún respiro para poder desarrollarse.

Con poca agua al momento de la siembra y sin que las recargas de Navidad Año Nuevo hayan sido suficientes, ahora les está tocando enfrentar el estrés térmico en malas condiciones y con el riesgo de que no se completen las superficies proyectadas, y que se comiencen a perder hectáreas ya implantadas.

Del mismo modo, se profundiza la preocupación en explotaciones ganaderas, como tambos y establecimientos de cría y recría de base pastoril, que no están contando con forraje natural suficiente para la demanda de los animales.

En esa línea, el informe agrometeorológico semanal que todos los lunes difunde el Instituto de Clima y Agua del Centro de Investigación en Recursos Naturales (CIRN) del INTA no trae buenas noticias: la perspectiva de lluvias para los próximos días marca que la región pampeana seguirá viendo pasar de largo a las precipitaciones.

LLUVIAS Y CALOR

“Para los próximos seis días, se prevén lluvias y tormentas de variada intensidad sobre Cuyo, región Pampeana (norte y este), NOA y NEA. Hay probabilidad de lluvias y lloviznas de variada intensidad sobre el centro de Patagonia”, precisa el reporte.

No obstante, agrega: “Las precipitaciones pronosticadas serían superiores a las normales para la época sólo sobre Cuyo (noroeste) y Patagonia (centro). Mientras que los acumulados pronosticados serían inferiores a los normales sobre la mayor parte de la Argentina”.

En tanto, en la sección de las conclusiones, el documento resume que “entre el jueves 12 y viernes 13 un frente frío provocaría lluvias y tormentas de variada intensidad sobre Cuyo, región Pampeana, NOA y NEA. Sin embargo, los acumulados sobre la región Pampeana (centro y sur) no serían superiores a los 20 milímetros”.

El único alivio vendrá por el lado de que la ola de calor tenderá a mermar a partir de este martes.

Del mismo modo, en su informe semanal, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) afirma que “durante toda la semana se esperan temperaturas altas y entre lunes y miercoles se podrían dar máximas sobre 35°C desde el norte de Patagonia hasta el norte del país, incluyendo máximas que
alcanzarían los 40°C en Río Negro, sur de La Pampa y sur de Buenos Aires”.

Luego, “el ingreso y avance de un sistema frontal desde el centro de Patagonia hasta el centro del país, aliviará las temperaturas entre jueves y domingo, principalmente en el centro-este”, agrega.

En cuanto a las lluvias:

  • Se esperan entre lunes y miércoles en Mendoza, San Juan, NOA, norte de norte de Santa Cruz, Chubut y con menor intensidad podrían darse en este mismo periodo en La Pampa, Buenos Aires y Córdoba.
  • Entre jueves y sábado, en tanto, con el avance del sistema frontal en el norte de Buenos Aires, Córdoba, norte de San Luis, Mendoza, San Juan, Santa Fe, Entre Ríos, NOA y NEA.
  • Para domingo y lunes podrían darse algunas aisladas en Cuyo, oeste de La Pampa, NOA y algunas localidades de Entre Ríos y Corrientes.

La sequía aumenta la presión por trips, pero hay tecnologías para detenerlos

La solución fitosanitaria de Corteva, Quintal Xtra, consiguió un excelente control de este diminuto insecto, en pruebas realizadas durante las últimas campañas. Su performance, además, se correlacionó con aumentos de los rendimientos.

Una de las problemáticas que mantiene viva la sequía y la aguda falta de precipitaciones en la soja, son las plagas.

Aquellos lotes sembrados luego de una precipitación esporádica y que, a posteriori, no recibieron abundantes aportes de lluvias mantienen una alta susceptibilidad al ataque de trips.

De acuerdo a los datos de los monitoreos ya se observa el típico “plateado” en los folíolos del cultivo, causados por este insecto cuyo ataque se extendería durante el ciclo vegetativo y reproductivo, si las condiciones climáticas actuales no tienen a modificarse sustancialmente.

Una de las especies de trips más abundante en soja es Caliothrips phaseoli, acentuándose su incidencia en períodos de baja humedad relativa y altas temperaturas, lo que puede generar pérdidas de rendimiento en el cultivo que varían entre 10% y 25%.

INVESTIGACIÓN

Aunque el mayor período de susceptibilidad en el cultivo ante esta plaga se inicia durante el período reproductivo, su presencia tan temprana puede significar mayores pérdidas de rendimiento debido a que están dadas las condiciones medioambientales predisponentes (temperatura y humedad) para el aumento poblacional.

De acuerdo a un trabajo científico publicado por los expertos Ulises Gerardo; Santiago Ferrari; Diego Giovanini; Ana Crenna; Jorge Giuggia; Damián Giordano y Claudio Oddino, existe desconocimiento entre los profesionales agrónomos sobre el registro de productos insecticidas y en qué momento del ciclo del cultivo son efectivos para el manejo de trips.

Así, para generar datos e información clara para el manejo de esta plaga, el grupo de trabajo realizó dos ensayos, en dos campañas consecutivas (2019/20 y 2020/21), que determinaron la eficacia de control de un conjunto de principios activos.

Las pruebas se llevaron a cabo en las localidades cordobesas de Melo (19/20) y Almafuerte (20/21). La experimentación partió de la determinación poblacional inicial de las larvas en una muestra de hojas del cultivo y, luego, se llevaron a cabo los respectivos conteos al primer día de realizados los tratamientos, así como también a la semana y a los 14 días de ser tratados.

El trabajo en ambas localidades implicó un testigo, sin insecticida, otra parcela tratada con Bifentrin (25%), con una dosis de 150 centímetros cúbicos por hectárea; otra con Clorantraniliprole (20%) con 30 centímetros cúbicos por hectárea, la cuarta con Clorpirifos (48%) a razón de 800 centímetros cúbicos por hectárea y el último tratamiento se hizo con un insecticida de Corteva, “Quintal Xtra”, Metoxifenocide (30%) + Spinetoram (6%), en una dosis de 120 centímetros cúbicos por hectárea.

CONTROL

Según los resultados observados por los expertos, al analizar la eficacia insecticida se observó la performance superadora de Quintal Xtra en el control, el cual se diferenció significativamente de los demás tratamientos, en ambas localidades y para todos los momentos de evaluación.

De acuerdo a las observaciones de los especialistas, la consistente reducción en la abundancia de larvas de trips con el insecticida de Corteva fue significativa en ambos ensayos hasta los 14 días de la aplicación y basado en la muy buena performance que presenta el principio activo para el control de este insecto.

Por su parte, esta eficacia se correlacionó con el rendimiento, observándose un incremento en el rinde del orden del 13,5%, respecto al tratamiento testigo (no tratado con insecticida).

En números, para Melo, el tratamiento con Quintal Xtra logró un rinde de 3.527 kilos por hectárea, muy por encima del testigo que consiguió 3.076 kilos. Una ganancia de kilos similar ocurrió en Almafuerte: 3.727 kilos versus 3.318.

Preocupante: desde que arrancó el año la soja perdió ya más de u$s14 (los cereales acompañan)

El mercado de Chicago inició el año con jornadas negativas para los principales commodities del agro. La recuperación de China entre los interrogantes que frenan posibles subas.

Mientras la sequía golpea fuerte a la campaña agrícola, los precios internacionales de los principales productos del agro, soja, maíz y trigo, muestran fuertes bajas en el mercado de Chicago.

Solo en lo que va del año la soja perdió más de u$s14 y este miércoles cerró a u$s545,09 la tonelada. En tanto el maíz acumula una caída de más de u$s10 para cotizar a u$s257,37. La situación del trigo es similar con una baja de u$11 en apenas dos jornadas para cerrar la última rueda a u$s273,92. En este marco, se encienden las alarmas para la economía argentina que espera mitigar el impacto de la sequía con precios internacionales altos, algo que por el momento no está asegurado, más bien todo lo contrario.

Si bien los actuales valores que muestra el mercado son fuertes, todavía resta mucho camino para que culmine la campaña de soja y maíz y la sequía no solo está complicando los planes de los productores sino que en un futuro muy próximo, puede significar un fuerte retroceso en el ingreso de divisas. 

Las primeras proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario dan cuenta que la caída en la liquidación de divisas en 2023 puede ser de alrededor de u$s7.000 millones, siempre y cuando la sequí no se agrave y los precios de los commodities se sostengan en el tiempo.

Según explican desde la corredora y consultora Granar, entre los fundamentos para estas bajas en el mercado internacional de grano se destaca «la falta de noticias de parte de la demanda china, en medio de contagios por covid que no logran ser contenidos y que mantienen entre signos de interrogación el rumbo de la economía y de la demanda china».

Además, se sumaron a esta situación los temores de los inversores por el rumbo de la economía mundial y por las chances de un proceso recesivo, en una jornada en el que el petróleo también experimentó una fuerte caída y con las minutas de la Reserva Federal de Estados Unidos reflejando un acuerdo entre los funcionarios del organismo en cuanto a que no habrá recorte de tasas durante 2023, por la posibilidad de que eso vuelva a acelerar el aumento de la inflación.

El mercado afronta muchas preguntas sin apenas respuestas: ¿el levantamiento de las restricciones sanitarias en China favorecerá una rápida recuperación del gigante asiático? ¿Qué huellas dejarán en los cultivos la tormenta en Estados Unidos y la sequía en Argentina? ¿Cómo evolucionará el conflicto ucraniano? «El mercado es prudente, sobre todo debido a China», donde la actividad manufacturera disminuyó en diciembre por quinto mes consecutivo, señala Michaël Zuzolo, de la consultora Global Commodity Analytics.

La otra gran preocupación es la soja. «El mercado está dividido entre lo que se anuncia como una gran cosecha en Brasil y la sequía en Argentina. Busca determinar hasta qué punto uno compensará al otro», precisa Arlan Suderman, de la plataforma Stonex. Pero, subraya, que es demasiado pronto para estimar el impacto de la sequía, «la maduración es lenta en Argentina».

Por lo pronto, según explican en el mercado, la sequía en Argentina está oficiando como una especie de sostén para que el precio de la oleaginosa no continúa bajando, pero por el momento todo es incertidumbre y eso puede golpear duro a la economía local.

Los pronósticos más severos adelantan que el impacto de la sequía podría derivar en un recorte de ingresos del campo de alrededor de u$s15.000 millones en este 2023. En un contexto además en el que el productor, si no recibe una vez más estímulos para vender sus granos, tenderá a vender a cuenta gotas.

Desde que arrancó el año la soja perdió más de u$s14

El mercado de Chicago inició el año con jornadas negativas para los principales commodities del agro. La recuperación de China entre los interrogantes que frenan posibles subas.

 Mientras la sequía golpea fuerte a la campaña agrícola, los precios internacionales de los principales productos del agro, soja, maíz y trigo, muestran fuertes bajas en el mercado de Chicago. Solo en lo que va del año la soja perdió más de u$s14 y este miércoles cerró a u$s545,09 la tonelada. En tanto el maíz acumula una caída de más de u$s10 para cotizar a u$s257,37. La situación del trigo es similar con una baja de u$11 en apenas dos jornadas para cerrar la última rueda a u$s273,92. En este marco, se encienden las alarmas para la economía argentina que espera mitigar el impacto de la sequía con precios internacionales altos, algo que por el momento no está asegurado, más bien todo lo contrario.

Si bien los actuales valores que muestra el mercado son fuertes, todavía resta mucho camino para que culmine la campaña de soja y maíz y la sequía no solo está complicando los planes de los productores sino que en un futuro muy próximo, puede significar un fuerte retroceso en el ingreso de divisas. Las primeras proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario dan cuenta que la caída en la liquidación de divisas en 2023 puede ser de alrededor de u$s7.000 millones, siempre y cuando la sequía no se agrave y los precios de los commodities se sostengan en el tiempo.

Según explican desde la corredora y consultora Granar, entre los fundamentos para estas bajas en el mercado internacional de grano se destaca «la falta de noticias de parte de la demanda china, en medio de contagios por Covid que no logran ser contenidos y que mantienen entre signos de interrogación el rumbo de la economía y de la demanda china».

Además, se sumaron a esta situación los temores de los inversores por el rumbo de la economía mundial y por las chances de un proceso recesivo, en una jornada en el que el petróleo también experimentó una fuerte caída y con las minutas de la Reserva Federal de Estados Unidos reflejando un acuerdo entre los funcionarios del organismo en cuanto a que no habrá recorte de tasas durante 2023, por la posibilidad de que eso vuelva a acelerar el aumento de la inflación.

El mercado afronta muchas preguntas sin apenas respuestas: ¿el levantamiento de las restricciones sanitarias en China favorecerá una rápida recuperación del gigante asiático? ¿Qué huellas dejarán en los cultivos la tormenta en Estados Unidos y la sequía en Argentina? ¿Cómo evolucionará el conflicto ucraniano?

«El mercado es prudente, sobre todo debido a China», donde la actividad manufacturera disminuyó en diciembre por quinto mes consecutivo, señala Michaël Zuzolo, de la consultora Global Commodity Analytics.

La otra gran preocupación es la soja. «El mercado está dividido entre lo que se anuncia como una gran cosecha en Brasil y la sequía en Argentina. Busca determinar hasta qué punto uno compensará al otro», precisa Arlan Suderman, de la plataforma Stonex. Pero, subraya, que es demasiado pronto para estimar el impacto de la sequía, «la maduración es lenta en Argentina».

Por lo pronto, según explican en el mercado, la sequía en Argentina está oficiando como una especie de sostén para que el precio de la oleaginosa no continúa bajando, pero por el momento todo es incertidumbre y eso puede golpear duro a la economía local.

Los pronósticos más severos adelantan que el impacto de la sequía podría derivar en un recorte de ingresos del campo de alrededor de u$s15.000 millones en este 2023. En un contexto además en el que el productor, si no recibe una vez más estímulos para vender sus granos, tenderá a vender a cuenta gotas.

¿Cuántos quintales hacen falta para que la cosecha de fina 2022-2023 sea rentable?

Los costos del trigo y la cebada crecieron contra las últimas dos campañas, justo cuando más golpea la sequía

¿Cuántos quintales hacen falta para que la cosecha de fina 2022-2023 sea rentable?

La Lic. María Soledad Carrasco, analista del INTA EEA Bordenave, analizó los costos e ingresos para los cultivos de trigo y cebada forrajera en la campaña 2022/2023, teniendo en consideración un planteo técnico del Sudoeste Bonaerense Semiárido.

Resultados económicos del trigo y la cebada

Los planteos analizados abordan la situación del trigo y la cebada en planteos de siembra directa y convencional.

Los costos del trigo alcanzan los 18,9 qq/ha, mientras que los de la cebada rozan los 21,9 qq/ha.

La Rural de Rosario preocupada por la actualidad del sector productivo

Ha comenzado el año y se mantiene la sequía en los campos, con el paso de los días solo vemos que los cultivos de verano de la región núcleo se van  deteriorando cada vez más.

Los pastos no crecen y las lagunas se mantienen secas. Los pronósticos meteorológicos nos confirman que las lluvias serán menores a las habituales durante el primer trimestre y que finalmente la Niña se va a ir retirando a partir de marzo.  Por lo pronto, al fracaso de la cosecha fina, le sumamos esta mala perspectiva productiva de la cosecha gruesa y en ganadería una alarmante baja de productividad. Esta última, por falta de alimento que generan bajo índice de preñez, menos terneros destetados y disminución de cabezas. Además de la manipulación de precios (planchados en los últimos 8 meses) que genera una falta de previsibilidad en una actividad a largo plazo cuyas pérdidas llevan a una real descapitalización y del sector que se derrama en la sociedad en su conjunto.

En países vecinos como Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile existe una relación confianza recíproca entre el sector privado productor con los respectivos gobiernos, producto de políticas coherentes, sustentables y de largo plazo.   Cabe destacar, que muchas tecnologías propias fueron tomadas por los países vecinos con mucho éxito, siendo éstas la base de su perfil exportador y desarrollo.

Como productores y haciendo uso del sentido común, exigimos políticas de estado agropecuarias predecibles y desarrollo de infraestructura (en un país de grandes extensiones y con capital de agua dulce) para así aprovechar a pleno los recursos naturales que existen, junto a la tecnología altamente desarrollada, se genere mayor y mejor producción, promoviendo y alentando el valor agregado en origen. Esto podría generar más trabajo y arraigo, logrando un círculo virtuoso de la economía.

Los mecanismos económicos como el cepo cambiario, las retenciones, los dólar -soja I y II, la creación de los pocos transparentes fideicomisos, el cierre de exportaciones, la manipulación de los mercados, no han hecho otra cosa que crear incertidumbre al productor a la hora de la toma de decisiones y han roto la confianza y previsibilidad de los acuerdos de Argentina con el mundo.

La extrema situación actual del sector agropecuario, economías regionales  y el país en su conjunto, nos avergüenza como ciudadanos. Estamos en el 2023 en un país rico en recursos naturales, donde de una vez por todas con madurez y consensos tenemos que hacer los cambios necesarios y determinar políticas de estado productivas a corto, mediano y largo plazo y así salir adelante.

Ante semejante adversidad, solicitamos que el gobierno baje los impuestos, unifique el tipo de cambio, eliminen las retenciones y liberen los mercados, para poder hacer frente a esta durísima realidad. Devuelvan la extrema confiscación fiscal de nuestros recursos que hoy requerimos para enfrentar la crítica realidad de un año perdido.

Servimos a la patria, mejorando la producción

Fuente: Prensa Sociedad Rural Rosario

Qué se espera en el mercado de granos para el 2023

Caen las coberturas por falta de humedad, y se augura la producción de granos más baja en 5 años.

La Bolsa de Comercio de Rosario indicó una serie de pronósticos para el próximo año con relación a las proyecciones para la campaña 2022/2023, donde detalla que la incertidumbre reinante es el común denominador entre los productores y que la producción total la estimaría en 117,7 millones de toneladas, la más baja desde la campaña 2017/18, ceñida también por una fuerte sequía.

En relación con los cereales de invierno, la campaña 2022/23 tuvo que lidiar con perspectivas desfavorables desde el comienzo: en primera instancia, los costos de los fertilizantes se dispararon por el conflicto ruso-ucraniano y, a pesar de que los precios de los granos en general y de los cereales en particular también reaccionaron al alza, los márgenes para los productores resultaron más ajustados que años anteriores al plantearse las siembras. En segunda instancia, las lluvias de otoño fueron menores a lo usual, afectando los perfiles de humedad para avanzar con las labores.

A medida que fue avanzando el año, el pulso seco se fue extendiendo y la gran mayoría de los cereales de invierno no recibió suficiente agua en los momentos críticos de llenado de grano, afectando seriamente a la producción. Sobre ello se sumaron heladas tardías promediando la primavera en buena parte del territorio nacional, que terminaron de dar el golpe de gracia a la producción de cultivos invernales.

En lo que respecta a los cultivos de verano, la incertidumbre reinante es elevada. A diferencia de lo ocurrido en la campaña previa, la primavera de este año dejó lluvias por debajo de lo normal, lo cual en vistas a un tercer año de La Niña consecutivo presenta graves dificultades para los productores. Por esta razón se registraron siembras mínimas históricas de maíz temprano, eligiendo los productores volcarse al maíz tardío que ya desde el vamos tiene un rinde potencial menor. Además, la combinación de malos pronósticos climáticos para potenciar los rindes, mayores costos de los insumos e incertidumbre sobre las condiciones de comercialización que estarán vigente en el mediano plazo, acabó por romper la tendencia que se venía registrando en los últimos 6 años y el área de intención de siembra de soja para la campaña 2022/23 ha aumentado, mientras que la del maíz disminuido.

En efecto, sobre el panorama ya complicado a las siembras de los cultivos de verano, se suman perspectivas poco auspiciosas para los próximos meses en lo climático. Según el informe semanal del GEA del 15/12, existen altas probabilidades de que el fenómeno La Niña se mantenga hasta el trimestre enero-marzo de 2023, por lo que el patrón seco podría continuar hasta febrero.

En este complejo escenario, la incertidumbre acerca de lo que pueda ocurrir en cuanto al área efectivamente sembrada y la producción se mantiene elevada, incluso a pesar de estar cerrándose la ventana de siembras. No obstante, las proyecciones dela entidad a la fecha apuntan para la campaña 2022/23 a una cobertura de siembras total de 39,3 M ha entre cereales y oleaginosas, un 2% por detrás del año anterior. Combinado con rindes más ajustados ante la falta de agua, ello resultaría en una producción total de 117,7 millones de toneladas, la más baja desde la campaña 2017/18, ceñida también por una fuerte sequía.

 

Bahía Blanca: cebada y sus avances en la comercialización 2022/23

Lote espigando con heterogeneidad. Trenque Lauquen, Buenos Aires (18-10-22). Gentileza: Mariana Lacasa

En Argentina, se observa un alto grado de avance en la cosecha. Además, las actuales estimaciones de producción son menores a las iniciales debido al impacto que ha tenido el clima en el desarrollo de la campaña.

En la región de influencia de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, con una cosecha que cubre el 95% del área, si bien se registró un aumento en la superficie sembrada, éste no compensaría la caída en los rindes, provocando una disminución del 14% en la producción proyectada.

 

Puerto Bahía Blanca: Exportaciones Cebada – 2022

En 2022 se embarcaron 1,16 M Tn de cebada, con un crecimiento interanual del 10% i.a., siendo China el principal destino. En cuanto a malta, los envíos superaron las 275.000 Tn, una merma interanual del 6%. Con prácticamente la totalidad de los envíos, Brasil es el principal destino.

COMERCIALIZACIÓN CICLO 2022/23

El sector exportador lleva adquirido:

Cebada Cervecera: 120.900 Tn (vs 280.400 Tn del año previo). DJVE: 246.737 Tn.

Cebada Forrajera: 748.700 M Tn (vs 1,35 M Tn del año previo). DJVE: 929.300 Tn. El sector industrial lleva compradas 182.900 Tn (vs 356.200 Tn del año previo).

Fuente: Bolsa Cereales de Bahía Blanca

El Programa de Compensación para Pequeños y Medianos Productores de Soja y Maíz benefició a cerca de 1800 productores

Se publicó en el boletín oficial la nómina de quienes fueron habilitados para acceder al beneficio que cuenta con un aporte total de $1.730 millones. Con este beneficio y el Programa de Incremento Exportador, el Estado alcanzó el objetivo de llegar todos los pequeños y medianos productores

La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación informa que hoy se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 276/2022 con la nómina de las 1.754 productoras y productores que fueron beneficiarios del Programa de Compensación para Pequeños y Medianos Productores de Soja y Maíz, con un aporte total de $1.730 millones.

En este sentido, Bahillo destacó que “la buena noticia que muestran estos números es que muchos pequeños y medianos productores sí ingresaron al Programa de Incremento Exportador de septiembre, un objetivo que había sido puesto en duda por algunos sectores”.

“El PIE no solo no llegó tarde, sino que ratifica el éxito de la medida, que le permitió a productores poder liquidar soja a un valor más competitivo e incrementar las reservas del país”, afirmó Bahillo al resaltar que “al mismo tiempo, con este programa de fortalecimiento, se logró que aquellos que efectivamente no hayan alcanzado a vender, el Estado los compensa con este beneficio para pequeños y medianos productores de soja y maíz”.

Cabe señalar que los requisitos para acceder al beneficio eran estar inscriptos en el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA); haber declarado en el SISA, hasta el 30 de septiembre inclusive, para la campaña 2021/22 una superficie destinada a cultivo de soja de hasta 400 hectáreas, y/o una superficie destinada a cultivo de maíz de hasta 100 hectáreas; no haber realizado ventas de soja entre los días 5 y 30 de septiembre de 2022; y no contar con stock/existencias de soja al día 30 de septiembre de 2022.

Fuente: Prensa Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca

Las exportaciones de granos podrían, en un futuro próximo, estar aún más controladas que en la actualidad

Las exportaciones de granos podrían, en un futuro próximo, estar aún más controladas que en la actualidad, un escenario probable que podría darse con eventual “prórroga en la fecha de embarque” de maíz, durante marzo, abril y mayo de 2023. Así lo planteó la analista del mercado de granos Paulina Lescano, en una nota que firmó en el diario La Nación.

Primera. Al respecto, la especialista recordó que “la primera prórroga fue en noviembre pasado con la resolución 114/2022, por 360 días, para los embarques de trigo que tenían fecha original del 1 de diciembre al 28 febrero. Las (declaraciones juradas de ventas al exterior) DJVE que estaban registradas en esos meses sumaban 8,5 millones de toneladas versus 8,84 millones de total declaradas. De esa manera se ‘elimina’ o se corre uno de los principales demandantes habituales, la exportación” explicó

Recordó que, como consecuencia de esa medida, “el trigo enero, en el Matba-Rofex, bajó 40 dólares por tonelada” y que durante algunos días no hubo compradores para trigo calidad exportación. “Si bien es verdad que el mercado internacional perdió aún más en ese mismo lapso, el balance local de esta campaña en un mercado sin intervención probablemente hubiera sido distinto”, opinó Lescano.

 

Segunda. La segunda prórroga se resolvió el 14 de diciembre, con la resolución 182/2022, para maíz, para DJVE con fecha diciembre-enero-febrero, que opera sobre el grano “disponible” de la cosecha 21/22) por 180 días.

“La razón, o el objetivo anunciado por el Gobierno, el mismo que en la primera: ‘evitar’ que la puja entre exportación y consumo doméstico hagan seguir subiendo los precios domésticos. La realidad es que las DJVE durante diciembre y enero suman 583.000 toneladas y en febrero no hay. A decir verdad, por ahora esta medida no tuvo efecto en el mercado y el maíz disponible sigue subiendo (desde julio suma 25%)”, relató Lescano.

Para la analista si se observa el mercado de maíz local, hay “una comercialización muy retrasada vs el año pasado (con precio 2,7 millones de toneladas vs 7,3 millones de toneladas en 2021) y con 76% de las DJVE totales para embarques marzo-abril-mayo (7,8 millones de toneladas de 10,3 millones)”. Además, hay menos hectáreas previstas originalmente, que se van reduciendo por falta de humedad en la siembra, o pérdida de cultivos que se habían podido sembrar, pero que no resistieron la sequía.

“El resultado es que el maíz local desde los mínimos de julio subió 35% en la posición abril, 28% para el julio, mientras que Chicago sólo recuperó 13%. La sequía no da tregua, más allá de algunas zonas con alivio durante Navidad”, precisó Lescano.

¿Tercera? Sumando los datos anteriores, “¿cuánto tiempo puede pasar hasta que salga el anuncio sobre la tercera prórroga de embarques? Y, ¿es posible aprovechar los valores actuales sin asumir compromisos de entrega de mercadería? Sí, es posible, cada estrategia o acción a tomar tiene sus pros y sus contras, evaluar cuál es la mejor para cada empresa es lo que puede ayudar a evitar perder por precio y por kilos”, aseguró Lescano.

Tras lluvias muy dispares, los productores apuran y arriesgan las siembras pendientes

Desde el viernes pasado llovió en diversas regiones agrícolas que permitirán a los productores completar, donde se registraron precipitaciones, sus planes de siembra pendientes en soja y maíz.

Aunque muy heterogéneos, los acumulados de lluvias sirven además para los cultivos implantados. Se necesitarán, no obstante, nuevos eventos para que la campaña pueda seguir su curso. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) consideró “escasos” los milímetros para los lugares que requieren reponer humedad urgentemente.

En el sudeste de Córdoba, llovieron 13 mm en Bell Ville, 25 mm en Ordóñez, 20 mm en Justiniano Posse, 11 mm en Inriville, 25 mm en Idiazábal y 33 mm en Monte Buey, entre otras localidades. “En 10 kilómetros de distancia tuvimos lluvias de 7, 12 y 24 mm en la misma zona”, señaló Juan Pablo Ioele, asesor de productores en la región, para quien, pese a las condiciones aún bajas de humedad, se va a sembrar.

“Si bien las escasas lluvias no alcanzaron para reponer el perfil edáfico, apretados por la fecha de siembra (ya que se va cerrando la ventana para la implantación) los productores están arriesgando y se largaron a sembrar la soja de segunda que restaba y el maíz tardío”, explicó.

Escasas. Por su parte, Florencia Poeta, analista de la BCR, señaló que las lluvias “estuvieron por fuera de la zona núcleo”, ya que los mayores registros se dieron desde el centro de Córdoba y Tucumán, hacia el norte del país.

“En la zona que más se necesitaba, realmente las lluvias fueron muy escasas”, dijo la analista. Se registraron entre 5 y 8 mm en lugares puntuales. “Nos están diciendo que esto no es suficiente como para reactivar actividades, por ejemplo, de siembra”, precisó.

En tanto, Julio Lieutier, asesor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) Seguí-La Oriental, en el norte de Buenos Aires, señaló que “las lluvias del fin de semana permitirán terminar las siembras de soja de segunda y de maíz tardío”.

Paralelamente, hubo registros de 20 a 40 mm en Junín y Arrecifes, de 20 mm en Carmen de Areco y de 40 a 50 mm en Chacabuco, aunque con gran disparidad espacial. “En el mismo partido, algunos (campos) recibieron 15 mm y otros 50″, indicó Lieutier.

¿Rentabilidad? Que se puedan reanudar las siembras no asegurará rendimientos rentables de soja ni de maíz. “Harán falta lluvias regulares en enero, febrero y marzo para que la recarga de los perfiles permita un adecuado desarrollo vegetativo y reproductivo de los cultivos en los meses de mayores temperaturas. Los planteos técnicos de estos cultivos tardíos son defensivos en términos de densidades de siembra y elección de materiales genéticos, para hacer frente a un escenario climático que promete una disipación lenta del fenómeno La Niña”, indicaron fuentes citadas por el diario La Nación.

En soja, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra ya cubre el 60,6% de los 16,7 M/ha proyectadas por la entidad para esta campaña. La demora interanual de la implantación es de 12,6%.

En tanto, sobre este cultivo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicó que 2,4 M/ha en la Región Núcleo, antes de las lluvias, ya tenían una condición de regular a mala.

“En los 15 años de seguimientos que realiza el GEA (Guía Estratégica del Agro) de la BCR, jamás se observó que a 10 días de cerrar el año (el informe se emitió el jueves pasado) haya semejante nivel de hectareaje en condiciones regulares a malas. Ya que se trata del 58% de la soja de 1ra. En una semana subió un 9% el área afectada. 200.000 ha más pasaron a malas condiciones y la región totaliza 600.000 ha en situaciones críticas. Y otras 200.000 ha se sumaron a la condición regular, sumando 1,8 M ha en este estado. Se calculan que 100.000 ha deberán resembrarse”, consignó el informe.

En tanto, según la corredora Zeni, entre otros lugares de Buenos Aires, llovió 120 mm en Vidal, 53 mm en Miramar, 37 mm en Balcarce, 22 mm en Lincoln, 23 mm en Urquiza, 20 mm en Morse. En tanto, fueron bajas las precipitaciones en el sur de Santa Fe. Según Zeni, se reportaron 8 mm en Rosario, 7 mm en Zavalla, 6 mm en Carlos Pellegrini y 20 mm en Bigand.

Por otra parte, también se conocieron en redes otros registros de Buenos Aires: 36 mm en Azul, 30 mm en Tandil, 35 mm en General Madariaga y 35 mm en Napaleofú. La disparidad se dio por ejemplo en el partido de Rojas, en Rojas, en el norte bonaerense, donde hubo registros de entre 27 a 74 mm.

Cooperativistas. La situación por la falta de lluvias abundantes preocupa a los productores. En tal sentido, el Consejero de Coninagro por Santa Fe, Alberto Candelero, señaló que “en maíz (las plantas) deberían estar en estado de floración; están secas, sin perspectivas de cargar grano, estado de desastre. No hay reservas de alimentos (pasto), de silos picado fino y de granos para los animales en general (vacas de tambo, novillos, invernada, etc). La producción está pasando por una situación extrema. Las cooperativas, este año prácticamente sin operatoria de acopio de cereales están con rentabilidades muy bajas y altos costos por inflación, lo que genera situación de quebrantos. El productor acude a su cooperativa por ayuda para refinanciar sus pasivos, está prácticamente con bajo capital de trabajo, un panorama incierto y poca ayuda crediticia”.

Por su parte, Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, afirmó que “a grave situación actual merece un planteo de políticas activas del sector, tipo de cambio, financiamiento, leyes, asistencia financiera, entre otras. Con la emergencia agropecuaria no alcanza, el productor cooperativo no puede avanzar. Las pérdidas son significativas y entendemos la situación, pero hay que observar lo que viene y tomar decisiones políticas que generen previsibilidad al productor agropecuario. Además esta grave situación en los pueblos de las diferentes economías regionales que se derrama e impacta en una baja de consumo en esas localidades, con menos comercialización, transporte y un freno general en la economía”, advirtió.

Un parasitoide como biocontrolador para la chinche del eucalipto

El protocolo de cría y liberación de Cleruchoides noackae, desarrollado en el Insectario de Investigaciones para Lucha Biológica (IILB) del IMYZA, fue distinguido como Bioproducto Argentino por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. El parasitoide es utilizado como herramienta de manejo de bajo impacto ambiental contra la especie invasora exótica que se alimenta de diferentes especies de eucaliptos.

La chinche del eucalipto (Thaumastocoris peregrinus) es un insecto de origen australiano que se alimenta de diferentes especies de eucaliptos. Debido a la ausencia de enemigos naturales en varios países sudamericanos, se convirtió en una especie invasora exótica. Por esto, investigadores del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA), de las Estaciones Experimentales Concordia –Entre Ríos–, Montecarlo –Misiones– y Senasa trabajan en el desarrollo de acciones conjuntas para el control de la plaga en la región.

En este sentido, desde el Insectario de Investigaciones para Lucha Biológica (IILB) del IMYZA importaron desde Uruguay ejemplares de Cleruchoides noackae, un parasitoide específico de huevos de la chinche del eucalipto. Luego del proceso cuarentenario, este biocontrolador fue criado y liberado en pequeños inóculos en distintos sitios experimentales de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes. Posteriormente, se evaluó su establecimiento, los niveles de parasitismo logrados a campo y se diseñó un protocolo de cría y liberación.

“El protocolo es una herramienta de bajo impacto ambiental para el manejo de la plaga”, destacó Andrea Andorno, investigadora del IMYZA y explicó: “Al igual que con muchas otras plagas forestales, la tendencia mundial se basa en la implementación del Control Biológico Clásico. El parasitoide C. noackae está siendo utilizado como agente de control biológico de la chinche del eucalipto en países como Sudáfrica, Brasil y Uruguay, entre otros”.

El desarrollo del IILB fue recientemente distinguido con el certificado de “Bioproducto Argentino” en la categoría investigación. Este certificado es otorgado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, luego de una evaluación con el dictamen favorable efectuada por el Comité Asesor en Bioinsumos de Uso Agropecuario (CABUA), que está integrado por expertos provenientes de sectores académicos, productivos y gubernamentales de todo el país.

La distinción se asigna a biomateriales, bioproductos y bioinsumos de la industria nacional, que estén elaborados con materias primas renovables provenientes del sector agroindustrial y se destaquen por su innovación y aporte a la sostenibilidad. “La herramienta promueve oportunidades de valor agregado a los productos, subproductos y residuos de la industria agropecuaria, en la conformación de una nueva cadena productiva”, indicó Silvia López, investigadora responsable del Insectario.

“Este reconocimiento muestra, una vez más, la importancia e impacto del desarrollo de bioinsumos, en este caso de uso forestal, como estrategias de control de plagas amigables con el medio ambiente”, destacó Mariana Viscarret, directora del IMYZA.

Fuente: INTA Informa

En un contexto de sequía, aconsejan tomar coberturas comerciales con el maíz tardío

La recomendación apunta a ir asegurando precio por una parte de la producción esperada; en cuanto a la soja nueva, sugieren no apurarse para tomar decisiones

La falta de humedad sigue condicionando la siembra de granos gruesos en la Argentina
La falta de humedad sigue condicionando la siembra de granos gruesos en la ArgentinaSEA

¿Qué tendrían que hacer, en términos comerciales, los afortunados productores que están pudiendo sembrar soja y maíz tardío con los últimos chaparrones? La conducta más común sería dejar todo sin coberturas, habida cuenta de que todavía no está claro el panorama climático para ambos cultivos. Sin embargo, esa actitud comercial pasiva no necesariamente es la más recomendable, sobre todo en maíz tardío.

Sebastián Olivero, responsable de Commodities de StoneX, afirma que “Brasil tuvo una producción descollante, la de Estados Unidos fue buena y está saliendo maíz de Ucrania, pese a las restricciones bélicas. Entonces, el mercado internacional muestra una situación calma, en la que los principales exportadores están aportando suficiente mercadería a la demanda”.

La contrapartida son los numerosos agujeros que muestra el bote que lleva al puerto a la cosecha argentina, en el que sobresale el provocado por la seca. Por esa razón, el Gobierno dio 180 días más de plazo para los embarques el cereal –un factor bajista– y no puede descartarse que imponga restricciones a las exportaciones, alegando que es prioritario el consumo interno del cereal.

Asegurar precios

En función de ese contexto riesgoso, Olivero conseja ir asegurando precio por una parte de la producción esperada. Así, a modo de ejemplo, recomienda vender 10-15 por ciento con forwards, para capturar los altos precios de 2023, y comprar puts por otro 10-15 por ciento, mientras se ve como sigue el clima.

En soja la situación es distinta. La relación stock/consumo en Estados Unidos es ajustada (4,5%) y no hay mucho margen para el error en la producción sudamericana, cuyo desenlace aún está abierto en la Argentina, Paraguay y en el sur de Brasil. “En nuestro país, gran parte de la soja se va a sembrar como si fuera de segunda, con reducción de su rinde potencial”, proyecta Sebastián.

Estas condiciones generan mucha incertidumbre en el mercado mundial, que puede mostrar volatilidad alcista si siguen bajando las estimaciones de producción en la Argentina. En función de este escenario, y teniendo en cuenta que aún falta mucho para que la cosecha de soja llegue a destino, Olivero aconseja no apurarse para tomar decisiones de venta o, a lo sumo, comprar puts como red de seguridad, en consonancia con el monitoreo de la evolución de los cultivos.

“Golpazo”: cuatro de cada cinco lotes de maíz temprano están perdidos

En la zona núcleo, que es donde se siembran fundamentalmetne estos híbridos, el cultivo atraviesa pleno período crítico. Con las lluvias que están ocurriendo, en los mejores escenarios se podrían esperar entre 60 a 70 quintales por hectárea.

«De las peores campañas de maíz de las últimas 12», dice Renzo Basso en un posteo de redes sociales. Fotos: Renzo Basso.

Aquellos establecimientos que apostaron a que las primeras precipitaciones durante la primavera permitirían sostener al cultivo de maíz, ahora, se están lamentando. En este sentido, una vez que transcurra la severa sequía y La Niña, la actual campaña dejará un gran aprendizaje técnico.

La Bolsa de Comercio rosarina ya alertó, en su último informe de la Guía Estratégica para el Agro, que el 80% del maíz sembrado en fecha temprana ya está perdido.

Los analistas son precisos con el estado general del cultivo: dicen que hay un 30% en mala condición, 50% regular y 20% bueno.

Ya hemos tomado la decisión de picar algunos lotes. Otros, de no llover lo suficiente en estos días, podrían alcanzar entre 10 a 30 quintales por hectárea. Con estos rindes, son cuadros que también consideramos como perdidos. Solo el 20% restante podría alcanzar los 40 a 60 quintales”, explican algunos asesores a la entidad de Rosario, desde el sur de Santa Fe.

Justamente, en este momento del año, los maíces tempranos están atravesando pleno período crítico en un escenario de sequía grave en toda región núcleo.

Hacia el noroeste bonaerense, donde recibieron algunos milímetros extra, la condición general del cultivo es muy delicada y requieren entre 20 a 30 milímetros para que los cultivos se sostengan, aunque el potencial de rendimiento ya está afectado. Si lloviese, igualmente, se estiman entre 60 a 70 quintales por hectárea, explican los asesores.

MAÍZ TARDÍO

Bajo este escenario crítico y muy poco alentador, desde el análisis de la Bolsa, subrayan que hay 550.000 hectáreas de maíz tardío que todavía restan por sembrarse, una superficie demasiado grande.

En una semana, el avance de siembra en región núcleo fue de tan solo un 3%. Aún restan por implantar el 42% intencionado del cereal.

El centro-sur santafecino es sector que acusa el mayor retraso con solo un 10% de avance. El extremo sur santafecino y el noreste bonaerense tienen la mitad de la superficie sembrada. Mientras que el noroeste bonaerense ya ha podido terminar con la labor y el sudeste cordobés le pisa los talones con un 70% implantado.

Comentario diario del Mercado Físico de Rosario

Jornada de escasa actividad comercial y precios entre estables y bajistas.

Cerrando la semana en la plaza doméstica, la operatoria volvió a exhibir una dinámica muy acotada, con escasa concreción de negocios y precios entre estables y bajistas. El trigo quedó vacante nuevamente, sin registrarse ofertas abiertas de compra por el cereal. En cuanto al maíz, nuevamente se observó una escasa actividad, con sólo un comprador tradicional realizando ofrecimientos por el lado de la exportación y precios que se mantuvieron estables entre ruedas. En cuanto a la soja, el número de participantes desde la industria se recortó respecto del día de ayer y los precios ofrecidos registraron ajustes bajistas. Finalmente, volvieron a aparecer ofrecimientos por sorgo, en tanto que en el mercado de girasol se observó un participante más que ayer, con precios estables.

En el mercado de Chicago, los futuros de los principales commodities agrícolas cerraron la rueda con ganancias. Del lado del trigo, las temperaturas heladas siguen amenazando a los cultivos de trigo de invierno en las llanuras estadounidense. El maíz se reafirmó esta jornada producto de noticias que hacen prever una mayor demanda externa por maíz norteamericano. Finalmente, la soja también cierra al alza ante la expectativa de que China termine el año con existencias finales de harina de soja históricamente bajas, lo que debería aumentar la dependencia en la soja importada en 2023.

El tipo de cambio del Banco Nación fue 174,6400 / 174,8400; + 0,18% respecto al cierre anterior.

El tipo de cambio de referencia del BCRA Comunicación A3500 cerró en 174,8483; + 0,15% respecto al día previo.

El volumen de negocios de ROFEX en futuros y opciones de dólar fue de 752.413 contratos, mientras que el interés abierto acumula 3.870.734 lotes. Los ajustes para las distintas posiciones del contrato DLR fueron los siguientes:

DIC2

ENE3

FEB3

MAR3

ABR3

177,280

191,150

203,000

216,000

227,000

MAY3

JUN3

JUL3

AGO3

SEP3

240,750

254,450

267,750

282,750

295,500

SOJA

En el mercado de soja, tuvimos un menor número de compradores pujando por la adquisición de mercadería, con ofertas abiertas de compra que registraron bajas respecto del jueves.

En este sentido, por la oleaginosa con entrega hasta el 30 de diciembre y para las fijaciones, tuvimos ofertas por parte del sector industrial que alcanzaron los $ 95.000/t, un recorte $ 3.000/t respecto del jueves.

SOJA

Hoy

Ayer

Año. Ant

CAC ($)

98.500

100.300

37.600

Chicago (US$)

543,45

539,32

488,23

Matba (US$) Ene.

455,00

466,50

367,50

GIRASOL

Por el lado del girasol, se registró un aumento marginal en el número de compradores. En este sentido, las ofertas de compra para la entrega inmediata y contractual, se mantuvieron estables en US$ 430/t con relación a la rueda previa. Asimismo, este mismo valor se volvió a ofrecer de manera abierta y generalizada para la descarga entre enero y marzo del año próximo.

TRIGO

En la jornada de hoy, no se registraron ofertas abiertas por trigo.

TRIGO

Hoy

Ayer

Año. Ant

CAC ($)

56.600

56.750

24.850

Chicago (US$)

285,14

280,08

299,09

Matba (US$) Dic.

323,00

328,00

249,00

MAÍZ

Por el lado del maíz, nuevamente se observó escaso dinamismo, con sólo uno de los compradores tradicionales realizando ofrecimientos abiertos por el cereal, un recorte marginal en el abanico de posiciones abiertas y precios que se mantuvieron estables.

En este sentido, por el cereal con descarga inmediata tuvimos ofertas que nuevamente arribaron a US$ 240/t.

Por el maíz de la cosecha 2022/23, el segmento febrero-marzo se encontró en US$ 235/t, al igual que el día jueves. Por su parte, la descarga en abril y en mayo tampoco registraron modificaciones y se ubican en US$ 230/t y US$ 225/t. En cuanto al cereal de cosecha tardía, la entrega en junio volvió a alcanzar los US$ 210/t, al tiempo que julio se ubicó en US$ 205/t, en línea con la rueda de ayer.

MAÍZ

Hoy

Ayer

Año. Ant

CAC ($)

45.150

45.300

23.060

Chicago (US$)

262,29

260,03

237,19

Matba (US$) Dic.

266,00

266,80

229,00

CEBADA

En la jornada de hoy, no se registraron ofertas abiertas de compra por cebada.

SORGO

En la jornada de hoy reaparecieron los ofrecimientos por sorgo 2022/23. Las ofertas de compra por grano para entrega entre marzo y julio del próximo año se ubicaron en US$ 230/t, sin variaciones respecto del miércoles

Dólar soja II: pierde fuerza el ingreso de divisas (ayer se liquidaron apenas u$s50 M)

Hasta el momento se alcanzó prácticamente el 50% del objetivo de los u$s3.000 millones, pero los productores están vendiendo menos granos a pesar de la suba de los precios en el mercado interno.

El ingreso de divisas a partir del nuevo dólar soja comenzó a desinflarse esta semana. El martes se liquidaron apenas u$s64 millones y ayer cerró con unos u$s50 millones. Hasta el momento el acumulado es de poco más de u$s1.400 millones, es decir el 50% del objetivo estipulado por el Gobierno y las empresas agroexportadoras de alcanzar los u$s3.000 millones para el 30 de diciembre próximo.

Lo que explican en el mercado es que las ventas de los productores que todavía tienen soja en sus silos comenzaron a mostrar también signos de ralentización y a partir de ahí las empresas agroexportadoras tuvieron que salir a ofrecer altos precios por el grano disponible. La tonelada de soja se llegó a pagar ayer a un máximo de $100.000, pero ese valor tampoco parece ser suficiente para convencer a los agricultores que conservan el grano como refugio de valor ante la incertidumbre que plantea la sequía que está afectando al maíz y a la soja de la nueva campaña.Es que de extenderse la falta de precipitaciones, la economía argentina podría el año próximo tener un retroceso de hasta u$s10.000 millones en el ingreso de divisas en comparación al actual ciclo. Esto sucedería por dos factores claves: el primero es la posible caída de los rindes que afectará a la cosecha y el segundo es un posible factor bajista en el mercado internacional para la oleaginosa.

En este marco, desde la Bolsa de Comercio de Rosario explican: «Al comparar el volumen acumulado durante los días de vigencia de cada fase del Programa de Incremento Exportador, encontramos que el volumen de comercialización actual es menos dinámico con relación a la primera edición del programa.

En este sentido, en los primeros diez días hábiles del PIE I se operaron 7,56 millones de toneladas, más del doble de lo que se lleva operado en el PIE II para igual período de tiempo. No obstante, es importante recalcar que en septiembre se registraba una ralentización importante en la comercialización de la soja respecto al promedio histórico, mientras que actualmente se retornó a los niveles promedio y queda menos soja por comercializar por parte de los productores».

Concretamente en lo que respecta a las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), de acuerdo con lo informado por la secretaria de Agricultura, desde el inicio de la segunda instancia del programa, fueron declaradas 1,69 millones de toneladas del complejo soja, un volumen tres veces menor comparado con las 4,6 millones de toneladas anotadas en los diez primeros días de la primera instancia del programa.

Se destaca que la distribución en los registros del complejo es diferente en esta segunda instancia, predominando los subproductos de soja y seguidos por el aceite.

Este último punto es clave, porque con la vuelta del diferencial de retenciones la industria del crushing apuesta a revertir la tendencia que predominó durante todo este año en el que se envió al exterior más grano sin procesar en detrimento de aquellos con mayor valor agregado, que en definitiva generan un circulo virtuoso a la economía con mayor ingreso de divisas y generación de empleo, entras otras cuestiones.

Por Yanina Otero

Con los rindes más bajos en 12 años, la producción de trigo sigue cayendo

La Bolsa de Comercio de Rosario descontó otras 300.000 toneladas en su pronóstico de cosecha, que ahora se ubica en 11,5 millones de toneladas. El promedio de rendimiento se ubica en 23 quintales, el menor desde 2010.

Cosecha de trigo en la zona de Carlos Tejedor, Buenos Aires (Imagen de Dante Garciandia)

Nuevos datos de la Guía Estratégica para el Agro, de la Bolsa de Comercio de Rosario, indican que entre noviembre y diciembre se perdieron otras 300.000 toneladas de trigo en la Argentina.

Con un volumen estimado de 11,5 millones de toneladas, habrá exactamente un 50% menos de cosecha que hace un año atrás. De promedio, se trata de 23 quintales por hectárea lo que confirma, dicen los analistas, que el rinde triguero es el más bajo desde el 2010.

Como parte de las proyecciones, se indica que se registraron 5,9 millones de hectáreas sembradas y una pérdida de superficie de 900.000 hectáreas, que no serán cosechadas.

Rendimientos medios de las últimas campañas. El ciclo actual es el peor del período.

De esta forma, la cosecha triguera confirma mayores descuentos en Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, aunque Entre Ríos compensa buena parte de la caída productiva. “Si no fuese por el Litoral, la producción nacional estaría en el orden de los 11 millones de toneladas”, destaca el trabajo.

“Todos se sorprendieron por los rindes, el factor temperatura fue clave. La tasa de llenado fue excelente con temperaturas de alrededor de 15°. Tuvimos un clima parecido a Tandil”, comentan los técnicos del SIBER de la Bolsa de Entre Ríos, haciendo comparaciones.

En la provincia, se pasó de estimar un promedio de 24 quintales por hectárea en noviembre a 34 quintales en diciembre, con lo que Entre Ríos deja un extra de más de medio millón de toneladas, que está compensando las pérdidas.

LA TABLA DE POSICIONES

De acuerdo a los datos que maneja la Bolsa, en Córdoba, profundiza su situación de desastre productivo. Más de 300.000 hectáreas sembradas con el cultivo se han perdido y el rinde promedio es de 15 quintales por hectárea, cuando el ciclo pasado fue de 36 quintales.

Buenos Aires muestra también un grave deterioro respecto a octubre tras la confirmación de daños por heladas. En esta nueva estimación hay un recorte de 2,3 quintales, con 25,9 quintales por hectárea. El año pasado superaba los 37 quintales.

En el caso de Santa Fe, hace un año, hacía punta y sorprendía con un rinde récord de 39 quintales por hectárea. Actualmente, apenas supera los 22 quintales.

Sequía mata dólares: se perderían u$s 3.300 millones sólo por el trigo y la cebada

Si no hay lluvias habrá poco ingreso de divisas, lo que se traduce en más controles cambiarios por parte del Gobierno y en problemas para las comunidades productivas, así como para la economía argentina.

El desastre climático  que atraviesa a la presente campaña agropecuaria 2022/23 provocará una merma en el ingreso de dólares, lo que terminará afectando tanto a las comunidades productivas como a la economía nacional en general.

Desde ya, la liquidación de divisas para el 2023 se debate en tres escenarios, según un informe de Allaria Ledesma & CIA y esbozados por la Bolsa de Rosario. Para el 2023 en el escenario más optimista se liquidarían US$ 36.119 millones, US$ 9.570 millones menos que en el corriente año.

En el escenario realista US$ 33.103 millones, US$ 12.586 millones menos que en 2022, y en el escenario pesimista US$ 29.847 millones, US$ 15.842 millones menos que en el 2022.

De acuerdo con un informe de la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), hasta el momento y solo teniendo en cuenta las inclemencias del clima en los cultivos de trigo y cebada, las pérdidas económicas se estiman cerca de los US$ 3.300 millones.

El relevamiento registró en la presente campaña una reducción del 30% de la superficie de maíz en fecha de siembra temprana respecto de la planificada, al mismo tiempo que la implantación de soja, que si bien crece en superficie, «registra demoras en varias regiones«.

«En cualquier caso, buena parte de la oferta de granos gruesos prevista para marzo y abril de 2023 no estará disponible por las demoras en las siembras en muchas regiones afectadas por sequía», señaló Ariel Angeli, líder de la unidad de I+D de CREA.

«Por supuesto que se va a ver resentida la entrada de dólares provenientes del campo de la cosecha 2022-23. Primero los provenientes del trigo que, estamos en plena cosecha y estimamos que lo que va a entrar por soja y por maíz va a ser menos de lo esperado en lo que resulte a producción», comentó Eugenio de Bary, miembro de la Comisión Directiva de CREA, en declaraciones a PERFIL.

«No obstante, existe la posibilidad de un viento a favor. Esto es que el precio de las commodities en 2023 aumenten, eso podría llegar a compensar algo. Pero eso al día de hoy, no lo sabemos», agregó Bary.

Menor disponibilidad de divisas

«Esa reducción de la disponibilidad de granos, además de un problema para las empresas agrícolas, también representará un desafío para la economía por la menor disponibilidad de divisas», advirtió Angeli.

El documento elaborado por CREA sostiene que si las lluvias no se regularán durante el mes de diciembre, las consecuencias serían «comprometedoras» para la producción de granos gruesos de segunda siembra que, ingresan al mercado hacia la mitad del año. Esto acrecentaría las dificultades para el sector productivo y para la economía argentina en general.

En ese contexto, «si no aparecen lluvias abundantes en los próximos tres meses, será difícil evitar un mayor cepo en 2023, lo que pondría presión en una brecha que de por sí enfrenta el desafío de la deuda en pesos en año electoral», advierte también un informe de 1816.

Otras consecuencias de las inclemencias climáticas

El relevamiento de CREA también expone que la sequía y las heladas tardías redujeron la oferta de recursos forrajeros para la alimentación de los animales y en la mayor parte de los establecimientos ganaderos CREA, lo que deriva en una situación complicada en lo inmediato para asegurar la condición corporal de los vientres de cara al servicio; como así también en el mediano plazo para lograr indicadores de destete adecuados.

Asimismo, la proporción de vacas en buen estado corporal bajó veinte puntos porcentuales respecto al mismo período del año pasado. «Si bien en lo inmediato la actual coyuntura puede contribuir a incrementar la oferta de hacienda ante la necesidad de liberar campos por la falta de recursos forrajeros, en el mediano plazo puede promover una merma de la disponibilidad de hacienda al afectar la capacidad de producción del sector», advirtió Angeli.

El problema también afecta a las empresas tamberas, las cuales a partir de las dificultades productivas generadas por desastres climáticos, desde ya prevén una desaceleración del crecimiento de la producción de leche y recurrieron a una mayor proporción de suplementos por falta de disponibilidad de recursos forrajeros.

La peor campaña en muchos años

«Esta es la peor campaña de los últimos años. A diferencia de la última gran sequía que fue la de 2008, en ese entonces la superficie afectada fue mucho menor, en esta la verdad que agarra toda la zona productiva: trigo, maíz y soja», advirtió. No obstante, el productor agropecuario destacó que la peor parte se la llevó el cultivo de trigo, hasta ahora.

«El trigo tuvo dos problemas en los que se vio afectada la producción. La sequía y las heladas de octubre y noviembre. En mi caso personal, la sequía nos redujo al 50% de lo que estimábamos cuando hicimos el presupuesto. Y a su vez las heladas redujeron en 50% el rendimiento que estamos obteniendo por la sequía».

«Es decir, pretendíamos 5.000 kilos de trigo por hectárea. La sequía nos lo redujo a 2.500 kilos y las heladas redujeron eso a entre 700 o 1.200 kilos. La situación es desesperante para los productores. Hasta ahora a nivel provincial (Santa Fe) se está debatiendo que declaren la Zona de Emergencia. A nivel nacional, los productores no hemos recibido ningún acompañamiento«, lamentó.

«No hay conciencia de la magnitud del problema»

«No están tomando conciencia de la magnitud del problema. Ni la opinión pública ni el Gobierno, nadie lo está tratando. Estás entrando al verano y el perfil del suelo está seco. Y eso es muy grave para los cultivos, y no veo que a nivel país se tenga consciencia de lo que está sucediendo; de la magnitud del problema», lamentó Bary.

Se llevan vendidas 400.000 toneladas de soja en lo que va del dólar soja II

Los productores de soja comercializaron casi 400.000 toneladas y así superaron los 2,71 millones en ocho jornadas.

Los productores de soja comercializaron casi 400.000 toneladas y así superaron los 2,71 millones en ocho jornadas desde que el 28 de noviembre se reabrió el Programa de Incremento Exportador (PIE), que implementa un tipo de cambio de $ 230 por dólar para las exportaciones de la oleaginosa hasta el 31 de diciembre próximo.

Además, el ingreso de divisas de los agroexportadores al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) alcanzó los US$ 1.353,5 millones, es decir, un 45,11% de lo comprometido, en solo ocho de las 23 ruedas en las que operará el dólar soja.

La medida fue acordada con los principales complejos exportadores, que se comprometieron a liquidar soja y derivados por, al menos, US$ 3.000 millones.

De acuerdo con las cifras de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el miércoles pasado se vendieron 399.941 toneladas de soja, con lo cual totalizan 2.713.568 desde el lunes 28 de noviembre.

En tanto, el Banco Central cerró la jornada del miércoles con compras por US$ 71 millones, y acumuló US$ 693 millones en ocho ruedas.