«Apoyar la lactancia materna para un planeta más saludable» ha sido seleccionado por la Alianza Mundial para la Lactancia Materna como el lema de este año para la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020. El tema se centra en el impacto de la alimentación infantil en el medio ambiente/cambio climático y el imperativo de proteger, promover y apoyar la lactancia materna para salud del planeta y su gente. Debe crearse un entorno propicio para la lactancia materna, así como otras facetas de la alimentación de lactantes y niños pequeños.
Desde el Gran Rosario partieron el año pasado 79 millones de toneladas. Este volumen supera a otros grandes puertos del mundo como los de Nueva Orleans (EE.UU) o Santos (Brasil).
La Bolsa de Comercio de Rosario elaboró un informe que muestra que Argentina permanece como el país que posee el mayor nodo portuario agroexportador a nivel mundial.
Entre granos y subproductos (harinas y aceites), el año pasado se despacharon 79 millones de toneladas desde las terminales situadas a la vera del río Paraná, en el Gran Rosario.
La ventana para la siembra se acerca con poca disponibilidad de agua y genera incertidumbre a la hora de la toma de decisiones.Por Agrofy News
La presencia de un invierno con pocas lluvias generó un recorte en la siembra de trigo, si estas condiciones continúan, harán lo propio en la campaña de maíz. Según destacan desde CCA, agosto será un mes sin recomposición pluvial.
El IPCVA brinda recomendaciones para disfrutar «de la mejor carne del mundo» manteniendo las buenas prácticas.Por Agrofy News
Buenas prácticas a la hora de manipular carne.29deJuliode2020a las10:52
Aplicar buenas prácticas a la hora de manipular alimentos es importante siempre, pero más aún en esta época de COVID donde se suman los riesgos de contagio.
En ese sentido, el IPCVA lanzó un video donde destaca los puntos a tener en cuenta a la hora de manipular la carne, para poder continuar disfrutándola con los cuidados necesarios.
Argentina necesita reforzar su estrategia exportadora de alimentos, ante un escenario global que sigue sumando proveedores.
Si bien aún conserva, y bien ganado está, el mote de reconocido proveedor de alimentos, Argentina tiene cada vez más problemas para producirlos de manera competitiva. La recesión que atraviesa desde hace dos años la economía nacional y los crecientes costos internos hacen que los productos pierdan cada vez más terreno frente a otros competidores, que crecen en número y en eficiencia.
En paralelo, y sobre el centro y norte del área agrícola, la falta de precipitaciones continúa afectando los últimos lotes sembrados y el crecimiento y desarrollo de los cuadros más avanzados.
La siembra de trigo alcanzó a cubrir el 94,1 % del total estimado en 6,5 MHa para el ciclo 2020/21, señala la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su Panorama Agrícola semanal.
El progreso intersemanal de siembra fue de tan solo 2,9 puntos porcentuales, debido a las lluvias que han predominado sobre el sur de la región productiva en la última semana, marcando a la fecha una demora interanual de – 2,3 puntos.
En paralelo, y sobre el centro y norte del área agrícola nacional, la falta de precipitaciones continúa acentuando la situación de déficit, afectando los nacimientos de los últimos lotes sembrados y el crecimiento y desarrollo de los cuadros más avanzados.
En tanto que, luego de registrar un avance intersemanal de 4,2 puntos porcentuales, la cosecha de maíz con destino grano comercial cubre el 94,6 % del área apta. La baja en la humedad de los granos permite mantener un adelanto interanual de 26 pp en las labores de recolección del cereal de verano. El rinde medio nacional se ubica en 82,3 qq/Ha, en números absolutos ya se cosecharon más de 6,1 MHa. Se mantiene la actual proyección de 50 MTn para el ciclo 2019/20.
El INTA desarrolló una aplicación para dispositivos móviles que permite evaluar la descarga de dosificadores y en unidades de interés agronómico.
El INTA presentó una nueva aplicación para dispositivos móviles denominada Campero. Esta herramienta permite regular cualquier tipo de sembradora.
La aplicación fue elaborada desde el INTA Hilario Ascasubi, Buenos Aires, y cuenta con un calculador de densidad de siembra. La diferencia de Campero es que permite expresar los valores en las principales unidades de interés agronómico.
El Senasa realizó los muestreos correspondientes y halló un foco en un establecimiento de General Alvear.Por Agrofy News
El Senasa detectó un foco de anemia infecciosa equina en la localidad de General Alvear. Personal del organismo realizó el primer muestreo y dio positivo por lo que se realizaron los sangrados correspondientes.
Tras esta situación, el Senasa realizó un interdicto en el predio para separar a los animales enfermos. Esta práctica se llevó a cabo luego de lograr identificar a los caballos afectados.
Docentes de la FAUBA se refieren a las principales problemáticas y los posibles controles.Por Agrofy News
Los productores miran de reojo la posible aparición de malezas y enfermedades en sus campos. En este sentido, Marcelo Carmona, Francisco Sautua y Julio Scursoni, docentes de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) alertan sobre la actualidad de tales adversidades y recomiendan alternativas para manejarlas.
Manejo de enfermedades
“Las principales enfermedades del trigo en la Región Pampeana son la roya amarilla, la roya naranja y la mancha amarilla. En los últimos años se vio que pueden aparecer más temprano o más tarde de lo acostumbrado, e incluso hasta se pueden presentar de repente, como sucede con la roya amarilla desde hace tres años. Esta última enfermedad se volvió muy agresiva y prevalente, y como es muy destructiva en el caso de cultivares susceptibles, es fundamental controlarla a tiempo”, advirtió Marcelo Carmona, docente de la cátedra de Fitopatología de la FAUBA.
En el caso de la roya naranja, el docente señaló que, al igual que todas las royas, llega a los lotes con el viento. Esta enfermedad también es agresiva y el productor debe tener en cuenta que los fungicidas con moléculas triazoles ya perdieron eficiencia para controlarla.
“La mancha amarilla, a diferencia de la roya naranja, puede provenir desde la semilla si la misma no fue tratada como corresponde. Incluso, esta mancha también puede tener su origen en los rastrojos si es que se siembra trigo sobre trigo”, comentó Carmona en una entrevista con Pablo A. Roset, y añadió que esta enfermedad merece una atención especial dado que la cátedra de Fitopatología de la FAUBA recientemente detectó y confirmó que las poblaciones de este hongo adquirieron resistencia a los fungicidas que contienen estrobilurinas y que el triazol cyproconazole empezó a perder eficiencia de control.
Por su parte, Francisco Sautua, docente de la misma cátedra, hizo hincapié en que el panorama actual para productores y técnicos se complejizó por el hecho de que las enfermedades empezaron a mostrar resistencias a ciertos fungicidas. “Para las royas, el control es a través de las variedades resistentes o tolerantes, y para la mancha amarilla se deben rotar los cultivos y tratar las semillas con moléculas eficientes. Una vez instalada la enfermedad, se deberían aplicar fungicidas en base a un criterio científico”.
En este sentido, Sautua puntualizó que para decidir la aplicación de un fungicida se debe monitorear la incidencia de las enfermedades, es decir, el número de hojas enfermas respecto al total de hojas muestreadas. En el caso de la roya naranja, el fungicida debe aplicarse cuando se alcanza entre el 2 y el 5 % de incidencia foliar a partir de encañazón. Desde ese mismo momento, para la mancha amarilla, el umbral es entre 15 y el 20% de incidencia foliar.
Por último, ambos docentes coincidieron en remarcar a la revista de Divulgación Científica y Tecnológica Sobre la Tierra de la FAUBA la necesidad de que los productores se capaciten, se informen y luego actúen. “La rentabilidad está directamente relacionada con el conocimiento invertido por hectárea. Por ejemplo, es deseable que se desarrollen programas de manejo integrado que incluyan la elección de genotipos resistentes, rotaciones de cultivos, tratamiento eficiente de las semillas, una fertilización equilibrada, monitoreo frecuente, aplicación de fungicidas y uso de controladores biológicos y activadores de las defensas como los fosfitos. En este punto, es clave que el productor no realice aplicaciones innecesarias y que, cuando las haga, respete las dosis indicadas en los marbetes sin dividirlas ni bajarlas”.
Malezas al acecho
“Pensando en un lote destinado a sembrar trigo o cebada nos tenemos que centrar en las malezas de ciclo otoño-invierno-primaveral. Probablemente, las más abundantes en gran parte de la Región Pampeana son Conyza bonariensis y Conyza sumatrensis, conocidas ambas como ‘rama negra’. Pero también hay otras que pueden competir con los cereales de invierno y bajar los rendimientos, como el raigrás (Lolium spp.), y las de la familia botánica crucíferas, como la ‘nabolza’ (Brassica rapa), el ‘nabón’ (Raphanus sativus) y el ‘nabillo’ (Hirschfeldia incana)”, dijo Julio Scursoni, docente de la cátedra de Producción Vegetal de la FAUBA.
“Es importante controlar inicialmente Conyza para que no se complique hacerlo a la salida del invierno y principios de primavera. Si el lote que va a trigo contiene rama negra, se recomienda realizar una aplicación al comienzo del barbecho combinando glifosato con un herbicida de los llamados auxínicos. Hay que tener presente que este control es sencillo cuando se encuentra en un estado de roseta hasta las 4 ó 6 hojas, pero se dificulta cuando llega a los 10 cm de altura”, indicó Scursoni, quien también es el actual presidente de la Asociación Argentina de Ciencia de las Malezas.
Para el docente, la maleza más problemática a la hora de preparar el lote para trigo, e incluso una vez ya emergido el cultivo, es el raigrás, una gramínea muy frecuente en el sur de la provincia de Buenos Aires, la zona triguera más importante del país. En esa región ya se detectaron poblaciones de raigrás resistentes a distintos herbicidas.
“En el caso del raigrás que resiste el glifosato —profundizó—, se pueden aplicar los herbicidas graminicidas, teniendo la precaución de controlarlo tempranamente, cuando las plantas no tienen más de 3 ó 4 macollos. Pero si las matas de raigrás ya están muy desarrolladas, se recomienda realizar lo que se llama ‘doble golpe’, que es aplicar primero el graminicida y luego, pasados unos 7-10 días, un desecante”.
Julio también recalcó que es fundamental controlar las malezas crucíferas antes mencionadas, la nabolza, el nabón y el nabillo. El momento de realizar los controles químicos es en pre-siembra, entre abril y junio, del trigo o la cebada. Como estas crucíferas también desarrollaron resistencia a los herbicidas más comunes —técnicamente llamados auxínicos, inhibidores de ALS y glifosato— se están volviendo a usar productos de hace 40 años —como metribuzin y fluroclorhidona— en pre-emergencia y post-emergencia.
Como cierre, Scursoni recomendó tres prácticas clave en relación con el agrosistema y manejo de las malezas. “Se debe priorizar la rotación de cultivos, ya que es una práctica probadamente efectiva y sustentable para reducir la densidad de malezas en los lotes. También es básico ir rotando entre distintos tipos de herbicidas, ya que aplicar siempre los que actúan del mismo modo favorece la aparición de resistencia. Y por último, es imperativo aplicar sólo las dosis indicadas en las etiquetas de los productos. Por cuestiones de costos o de operatividad se suelen usar dosis menores, pero a la larga esto también termina generando resistencia”.