«Las exportaciones parecen seguir traccionando lentamente, dando una continuación al buen dato de mayo y junio. El resultado superavitario se viene logrando íntegramente por el lado de la contracción de importaciones dada la suba del tipo de cambio real y también por la contracción de la actividad económica», analizaron los economistas del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Bruno Panighel y Nadin Argañaraz.
En los primeros siete meses del año, las exportaciones aumentaron un 3,3% interanual (u$s1.116 millones más que en el mismo período de 2018). «Se observó un aumento de 11% de las exportaciones de combustibles y energía, y el acumulado del año muestra un muy buen dinamismo en los rubros de cereales y oleaginosas», agregaron desde el IARAF.
Por su parte, las importaciones resultaron en los primeros siete meses del año un 26,8% menores que las de igual período de 2018 (-u$s11.010 millones).
«Entre enero y julio se importó solo las tres cuartas partes en términos físicos que lo que se importó en 2018. Las importaciones de bienes de capital se contrajeron 36%, reflejando la fuerte contracción de la inversión», detallaron Panighel y Argañaraz.
Por último, remarcaron que «los bienes de consumo se contrajeron un 30% reflejando la contracción del consumo. La buena dinámica comercial es mayormente explicada por la caída de las compras de bienes y servicios extranjeros».