Durante la última semana se relevaron lluvias en el país, las mismas tuvieron una gran cobertura y dejaron un significativo volumen de agua que se descargó en poco tiempo. Estas precipitaciones demoran la cosecha, dejando más de 5,7 MHa expuestas al impacto negativo de la prolongada humedad ambiental y las elevadas temperaturas. Bajo este escenario, es muy probable que una vez que se reactive la cosecha y comprendamos con mayor claridad las pérdidas en producción, debamos ajustar nuestra proyección nacional para la campaña en curso, que hasta ahora se mantiene en 38 millones de toneladas.