
Explicar los acontecimientos en la plaza triguera implica abordar el tema desde dos ángulos. En primer lugar, la euforia, porque, con una cosecha récord, estamos logrando exportar nuestros excedentes sin problemas. Y “ganando” mercados. Cuidado con esa lectura. Este año se “alinearon los planetas” para el trigo argentino y lo explicamos en nuestra nota del 15/12 pasado en estas páginas.
Con fracasos productivos importantes en Australia, Rusia, Alemania, Francia y algo menores en EE.UU., el trigo argentino enfrenta un partido cómodo y nuestro cereal llega a destinos no habituales. Pero si en la campaña que viene la producción mundial vuelve a la normalidad, quedará demostrado que nuestra competitividad (fundamentalmente por distancia a los centros de consumo) no es la que muchos suponen.

























