El consultor en agronegocios Iván Ordóñez analizó cada sector en diálogo con Infocampo. El impacto de la suba del dólar y las perspectivas de la próxima campaña.
Empezó el segundo semestre y el sector agropecuario muestra distintos escenarios según cada actividad. Mientras la agricultura transita el mes de julio con buenas perspectivas, sigue complicada la situación de la lechería, al tiempo que las economías regionales se ven beneficiadas o afectadas por la suba del dólar.
En este contexto,se conversó con Iván Ordóñez, economista y consultor en agronegocios, que analizó cada sector tras cerrar el Auravant Day, una jornada en la que se habló acerca de las tecnologías aplicadas al agro.
Trigo y maíz, para adelante
Ordóñez proyectó una “gran campaña” tanto para el cereal de invierno como para la gramínea estival, siempre y cuando el clima acompañe.
“Estoy viendo una tendencia muy positiva en términos de crecimiento de área. Ya tuvimos 6,1 millones de hectáreas de trigo y vamos a casi 6 millones de hectáreas de maíz. Entonces, me parece importante que los productores cuenten con herramientas financieras para recomponer el flujo de caja que perdieron con la sequía. Si eso se consigue, y con buen tiempo, vamos hacia una gran campaña”, expresó el especialista.
Paralelamente, consideró importante que el sector consiga un plan en torno a seguros climáticos generales, que puedan asistir al productor en momentos de sequía. “Esto es algo que el sector de seguros no pudo generar porque es complejo, pero es necesario”, dijo.
Con la devaluación no alcanza: la situación de economías regionales
“No se debe englobar a las economías regionales como una gran pelota y decir que como se devaluó están mejor. Muchas economías regionales tienen problemas generando un producto de estándares para la demanda global“, analizó Ordóñez.
Por esto, consideró que la suba del dólar “podrá ayudar en algunos casos y en otros no, pero si no hay mayores niveles de inversión, desburocratización interna para poder exportar mejor y acceder a beneficios, no significa nada”.
“El Gobierno Nacional está haciendo un esfuerzo muy grande en lo que es la competitividad de lo fundamental: en lo laboral, logístico y financiero. Esto a largo plazo va a derivar en mayores exportaciones”, aseguró.
Y afirmó: “El problema no se resuelve solamente con el tipo de cambio”.
La eterna crisis lechera
Para Ordóñez, en lechería hay una “tendencia general de concentración“.
“Hay cada vez menos tambos de mayor tamaño. Es una tendencia global que en Argentina se ve reforzada porque todo el sistema no ha podido generar una estrategia exportadora. No hay una manera competitiva de llevar la leche que se produce a un mercado de destino. Eso genera que eventualmente la competencia sea por el mercado interno, y aquellos que no son tan eficientes se caigan”, reflexionó.
En ese sentido, el economista recordó que de 2013 a 2015 se perdieron 5.000 tamberos. “Es un ecosistema muy complejo. El tema del precio del litro de leche pagado al productor no es sustancial: lo importante es que producimos entre 10 mil y 12 mil millones de litros hace más de una década“, remarcó.
“Todas las empresas lácteas del mundo o son muy grandes y tienen llegada a la góndola o forman parte de una cadena global de abastecimiento. Le va bien a Fonterra, que es enorme, o a Unilever que tiene lácteos como una parte más, entre otros ejemplos”, concluyó.