En un comunicado sobre el proceso de restauración de la sostenibilidad de la deuda, el Ministerio de Economía recordó que «a lo largo del proceso que siguió, Argentina ha permanecido comprometida de buena fe con sus acreedores internacionales».
La propuesta de reestructuración de deuda del 6 de julio es la «oferta definitiva» de la Argentina y representa «el máximo y último esfuerzo que el país puede sostener», ratificó el Gobierno y alentó a la comunidad de acreedores a aceptarla.